La defensa de Daniel Penny alega que "hizo por otros lo que querríamos que hiciesen por nosotros" al reducir a Jordan Neely
Las declaraciones iniciales demostraron que la Fiscalía intentará convencer a la corte de que el joven veterano fue "innecesariamente imprudente" al estrangular a Neely cuando se encontraba amenazando a otros pasajeros en el metro de Nueva York.
El juicio contra Daniel Penny por homicidio involuntario comenzó este viernes con las declaraciones iniciales de las partes y los primeros testimonios. El exmarine enfrenta cargos por homicidio involuntario debido a la muerte de Jordan Neely, a quien Penny redujo con una llave cuando se encontraban en el metro de Nueva York.
Los fiscales reconocieron que Neely, un vagabundo de 30 años con un historial de problemas mentales, había asustado con su comportamiento errático a "muchas" personas que se encontraban en el vagón antes de la intervención de Penny. Sin embargo, sostuvieron, la maniobra del veterano de 26 años fue "innecesariamente imprudente".
Penny, sostuvo la fiscal adjunta Dafna Yoran, debería haber liberado a Neely cuando perdió el conocimiento y los pasajeros se encontraban fuera del vagón. Yoran incluso fue más allá, asegurando que el demandado no reconoció "la humanidad" de Neely.
En su turno, el abogado defensor Thomas Kenniff aseguró que su cliente había actuado en defensa propia y del resto de personas que se encontraban en el tren F. "Hizo por los demás lo que querríamos que alguien hiciera por nosotros", aseguró además de recordar que Neely había amenazado, entre gritos y aparentemente drogado, a los atemorizados viajeros con palabras como "estoy listo para morir" o "estoy listo para cumplir una sentencia de prisión perpetua".
Mientras que Kenniff apuntó que cuando finalmente arribó la Policía, Neely seguía vivo, la Fiscalía señaló que debería haber intentado resucitarlo. La primera jornada del juicio terminó a las 2 pm, tras el testimonio de cinco testigos. Se reanudará el lunes.
El incidente, ocurrido el 1 de mayo, fue filmado y se viralizó rápidamente. La discusión sobre si Penny obró o no correctamente se volvió una de las polémicas del momento, despertando reclamos sobre la inseguridad de Nueva York y el derecho a la legítima defensa. Sus defensores incluso organizaron una colecta para costear su defensa legal.