De aislamiento social a discapacidad auditiva: un estudio revela 15 factores vinculados con la demencia temprana
Investigadores de la Maastricht University y la Universidad de Exeter destacaron que varios de los factores identificados son modificables, por lo que podrían incluirse en futuros tratamientos.
Unas 55 millones de personas padecen demencia alrededor del globo. La mayoría sufre Alzheimer: entre 33 y 38,5 millones de personas. De estos, un 10% comienza a desarrollar síntomas, como pérdida de memoria, antes de los 65 años. No es una enfermedad exclusiva de la tercera edad, como dice el doctor y académico Andrew E. Budson: "El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia de aparición temprana".
No deja de ser, sin embargo, "poco común" entre jóvenes. De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, el Alzheimer de inicio temprano aparece sobre todo en personas entre 40 y 60 años. Y, de momento: "Los expertos no saben qué desencadena el inicio de la enfermedad de Alzheimer". Lo mismo puede decirse sobre la demencia en general; también en ambos casos el factor de riesgo más aceptado es el genético.
Hasta ahora. Un estudio de investigadores de la Maastricht University (UM), de Países Bajos, y la Universidad de Exeter, Reino Unido, estudió los factores de riesgo asociados a la demencia de inicio precoz. Es importante destacar que varios de estos factores, como el aislamiento social, son modificables, por lo que los autores de Risk Factors for Young-Onset Dementia in the UK Biobank (Factores de riesgo en el desarrollo de demencia de inicio temprano en el UK Biobank) destacan:
De un total de 39 posibles factores de riesgo, los investigadores detectaron 15 vinculados significativamente con el desarrollo temprano del deterioro progresivo de capacidades mentales. Peores niveles de educación formal y socioeconómicos son dos de estos factores. También sufrir de aislamiento social.
A estos factores se suman el déficit de vitamina D, tener niveles elevados de proteína C reactiva, menor fuerza de prensión de la mano, discapacidad auditiva, hipotensión ortostática, haber sufrido un ictus, tener diabetes, cardiopatía y depresión.
Otro factor que sorprendió a los expertos es el consumo de alcohol: no beberlo aumenta el riesgo de sufrir demencia de inicio temprano. "No sabemos a qué se debe; una de nuestras teorías es que puede deberse al 'efecto del bebedor sano'", dijo una de las investigadoras, Stevie Hendriks, a Fox News. Es decir: las personas jóvenes no toman alcohol porque sufren de otras enfermedades que se lo impide, por lo que pueden encontrarse menos sanas que las que sí ingieren bebidas alcohólicas.
Los investigadores reconocen que el estudio, en el que participaron 356.052 personas, es insuficiente. No sólo consideran que se tienen que seguir desarrollando estudios similares, sino también otros que desvelen las causas del desarrollo temprano de demencia -los factores de riesgo indican correlación o relación, pero no necesariamente causalidad-.