Los nuevos rostros del cristianismo
El número de creyentes africanos e hispanoamericanos supera a los europeos e incrementa su peso social, económico y político.
"Las periferias", como las llama el papa Francisco, se han convertido en el centro del cristianismo en el siglo XXI. Mientras que el número de los creyentes en Jesucristo continúa creciendo cada año, las últimas estadísticas muestran que el prototipo de cristiano europeo blanco ha pasado a ser minoritario frente al auge de los indígenas, africanos, hispanoamericanos y asiáticos. Además, se ha producido una explosión de nuevas "iglesias espirituales" de perfil evangélico por todo el mundo sin lazos con las iglesias tradicionales.
Hoy, una de cada tres personas en el mundo es cristiana
Hispanoamérica, con 611 millones, es la segunda región con mayor número de cristianos en el mundo en estos momentos. Europa ocupa el tercer lugar, con 566 millones, mientras que Asia superó los 400 millones. América del Norte, donde el crecimiento de los fieles ha sido más lento desde 2000, suma casi 272 millones. Estas cifras indican, además que la mayoría de los cristianos vive abrumadoramente en el Hemisferio Sur (1.766 millones frente a los 838 que habitan en el Norte).
A día de hoy, una de cada tres personas en el mundo es cristiana. La tendencia, según el estudio World Christianity 2023: A Gendered Approach, publicado en el Boletín Internacional de Investigación Misionera, es que el número de cristianos continuará creciendo en los próximos años, hasta superar los 3.300 millones en 2050. Este informe apunta, además, que el Cristianismo "puede considerarse un movimiento femenino porque las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de identificarse como cristianas, participar en actividades cristianas y transmitir activamente la fe a la siguiente generación".
Los evangélicos, los que más crecen
Entre las distintas confesiones, la Iglesia Católica sigue siendo la que cuenta con mayor número de seguidores, con 1.378 millones de bautizados en 2021, según el Annuarium Statisticum Ecclesiae publicado este año. Le siguen los pentecostales/carismáticos, con 679,085,000, los protestantes (615,676,000), independientes (414,526,000), evangélicos (406,886,000), ortodoxos (290,594,000) y cristianos que no se declaran afiliados a ninguna confesión (121,400,000).
En declaraciones a The New York Times, Sam George, director del Global Diaspora Institute en el Wheaton College, analizó que "el cristianismo a principios del siglo XXI es la fe más global, más diversa y más dispersa. El cristianismo está adquiriendo un nuevo rostro. Se está volviendo más negro, marrón y amarillo". En su libro The Unexpected Christian Century, Scott Sunquist insiste en que muchos de los nuevos protagonistas provienen de "iglesias espirituales" indígenas cuyo auge se produjo tras la salida de las potencias coloniales de su territorio.
Las megaiglesias, una nueva realidad
Estas nuevas realidades cristianas están constituyendo en enormes congregaciones que los estudiosos llaman megaiglesias. Asia acoge a varias de las que cuentan con mayor número de fieles. La más grande es la Yoido Full Gospel Church, en Seúl, que cuenta con 480.000 seguidores. La segunda iglesia por número de creyentes, la Living Faith Church (275.000) se encuentra en Nigeria. En Hispanoamérica, varias alcanzan los 50.000 feligreses. En Europa, la mayor no alcanza los 10.000 creyentes (Faith Church, con 8.000, en Hungría), mientras que Hillsong Church, en Sidney, es la más populosa de Oceanía.
Otro fenómeno a señalar es que cada vez es más difícil establecer unos límites rígidos entre las distintas confesiones. En muchos casos, una misma iglesia presenta notables peculiaridades dependiendo de la región y la población o las influencias de otros credos. Así, George señala que "a veces los católicos son más evangélicos y pentecostales" en Brasil o Argentina que incluso los evangélicos blancos típicos de Estados Unidos.
La inmigración, factor determinante
Una de las características más importantes a la hora de abordar esta nueva realidad de los creyentes es la inmigración. Los países en los que los cristianos suman más fieles en estos momentos son los que más emigrantes registran hacia Occidente. Esto conlleva unas connotaciones demográficas fundamentales, cuyos efectos ya se están haciendo notar por todo el mundo. Por ejemplo, las iglesias evangélicas con más seguidores en Inglaterra y Francia están llevadas por pastores africanos o afrocaribeños.
En EEUU, la inmigración supuso el 80% del crecimiento de la población en 2022. Gran parte de quienes llegan son hispanos, que ya representan casi el 20% los habitantes del país. Según informó The Atlantic en 2021, los latinos evangélicos son el segmento que más está creciendo en número. Además, el artículo apunta que los hispanos protestantes "tienen altos niveles de religiosidad". Dentro de esta explosión de congregaciones latinas, la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano representa a más de 40.000 iglesias y aspira a plantar otras 25.000 antes de 2030.
Los cristianos latinos, clave en el futuro de EEUU
En el aumento de número de cristianos en EEUU se están produciendo dos movimientos que confluyen. Por un lado, un gran número de inmigrantes hispanos que cruzan la frontera son familias cristianas y buscan comunidades en las que vivir la fe. Por otro lado se está constatando que un número muy alto de inmigrantes que no eran religiosos se ha convertido tras entrar en contacto con iglesias llevadas por otros hispanos.
Esta "marronización de la Iglesia", como llaman a este fenómeno algunos estudiosos, marcará el devenir social, económico y político de EEUU en los próximos años. en primer lugar, porque se espera que los hispanos alcancen los 111 millones y supongan el 28% de la población nacional. En lo económico, porque cada vez tienen más peso tanto en el consumo como en la creación de riqueza. Políticamente, cada vez constituyen una fuerza con mayor poder de decantar las elecciones en uno u otro sentido. En este aspecto, los sociólogos están descubriendo que la creencia tradicional de que el hundimiento del "cristianismo blanco" supondría un duro revés para el Partido Republicano, y están constatando que la tendencia es la contraria. De hecho, los protestantes latinos son uno de los grupos que más votan a los conservadores. De hecho, varios estudios indican que más hispanos votaron a Trump en 2020 que en 2016.