Disney se prepara para una posible mayoría republicana en el Congreso
El CEO de la compañía mantiene conversaciones con líderes republicanos por la preocupación de que el GOP "pueda intensificar sus ataques contra la compañía".
Disney busca prepararse en caso de que el GOP tome el control de Congreso. El CEO de la compañía, Bob Chapek, mantuvo este año constantes conversaciones telefónicas -privadas- con los republicanos de la Cámara, quienes critican a la compañía por tomar posiciones woke en temas políticos y culturales. Según el canal de televisión CNBC:
Las encuestas sugieren que el GOP tiene una ventaja sobre los demócratas en los días previos a las elecciones de mitad de mandato.
Empresas "demasiado woke"
Un portavoz de Disney dijo que la compañía habla con legisladores de ambos bandos, demócratas y republicanos. Sin embargo, fuentes -anónimas- de CNBC comentaron que las llamadas del CEO son casi en su totalidad con Steve Scalise, el actual whip (líder partidario) de la mayoría republicana de la Cámara.
Scalise y Disney han tenido una estrecha relación durante años. Algunas campañas de Scalise a lo largo de su carrera han realizado eventos y recaudaciones de fondos en sedes de Disney, según NOLA.
Cristina Antelo, una estratega demócrata -que cuenta con Disney como cliente- comentó en una entrevista reciente:
"Si bien la mayoría de las más grandes empresas se han estado preparando para un posible cambio de poder en Washington durante meses, Chapek ha firmado compromisos directos con los legisladores republicanos, que están a punto de volverse mucho más poderosos si el GOP vuelve a tomar la Cámara", señala el medio.
A pesar de que los republicanos no cuentan con ahora con el poder de la mayoría de la Cámara, han presionado a Disney y otras compañías por sus actitudes woke en temas sociales. Las fuentes afirman que en muchas de las llamadas entre Chapek y los funcionarios republicanos, el CEO es "directo" e igual defiende la oposición de la compañía con proyectos que sobrepasan sus creencias. Como por ejemplo su negativa al proyecto de ley "Don’t Say Gay" del gobernador Ron DeSantis en Florida.