Fact-checking: el fin de la era de la censura
Los programas de verificadores de datos controlados por gobiernos y organizaciones están encaminados a la desaparición tras la decisión de Mark Zuckerberg.
"Restaurar la libertad de expresión". Esta fue una de las frases más contundentes que pronunció Mark Zuckerberg cuando confirmó, mediante un video, que elimina su programa de fact-checking -arrepentido de haberlo lanzado- en todas las redes sociales de Meta Platforms -compañía que cofundó, preside y dirige- para establecer un sistema similar al que emplea Elon Musk en X. Porque la desaparición de esta herramienta -que monitorea toda la información que se publica- en uno de los gigantes tecnológicos supone un más que duro golpe a aquellos que quieren controlar las noticias y el discurso libre. Es decir, censurar.
El propio Zuckerberg señaló, directamente, a mandatarios de todo el mundo y a medios de comunicación de ser los principales censores, quienes no respetan la libertad de expresión para decantar una balanza -sea del ámbito que sea- hacia el lado que les interesa. "Han pasado muchas cosas en los últimos años. Ha habido un debate generalizado sobre los posibles daños causados por el contenido en línea. Los gobiernos y los medios de comunicación han presionado para censurar más y más", dijo.
Razón no le falta a Zuckerberg a la hora de responsabilizar a mandatarios y periodistas de fomentar y aplicar ese silencio al libre discurso. Desde hace años, han ido apareciendo casos en los que se ha escondido o manipulado contenido en las redes sociales de Meta Platforms u otras compañías del sector por intereses políticos.
Algunos de estos casos que fueron censurados por presiones políticas provenientes, incluso, desde la Administración Biden -para su beneficio, como evidenció el representante Jim Jordan en el Congreso con la publicación de los llamados Archivos de Facebook- son la computadora de Hunter Biden o las vacunas del covid-19. También han sido víctimas de la censura conflictos internacionales o las últimas elecciones presidenciales, incluyendo a su protagonista principal, Donald Trump, y a Joe Biden -en su caso, para mejorar su imagen-, además de otras personalidades como Tucker Carlson o Robert F. Kennedy Jr. Y VOZ, que fue censurada en YouTube, Instagram y X (cuando era conocida como Twitter) por contar la verdad.
Un nuevo paso para acabar con el 'cartel de la censura'
Que Zuckerberg haya decidido eliminar su programa de fact-checking en Meta Platforms o, lo que es lo mismo, esa visión sesgada e interesada de lo que se ha de publicar en redes sociales se interpreta como un nuevo movimiento para acabar con el cartel de la censura, como lo definen los republicanos.
Esta decisión del magnate tecnológico va a la par con la promesa de Trump de convertir en cenizas cualquier iniciativa organizada por los partidos políticos y su establishment para censurar -sea o no sea, mediante los fact-checkers- el discurso del oponente. "Hay que desmantelar el cartel de la censura", señaló Brendan Carr, designado por Trump como presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
Zuckerberg: de censurar a Trump y recibir presiones demócratas a sumarse al discurso republicano
No es casualidad que Trump tenga entre ceja y ceja combatir la censura -incluyendo en redes sociales-, después de haber sido el principal perjudicado durante todo el proceso electoral. Igual que en las elecciones de 2020, tal y como el republicano siempre ha sostenido.
Zuckerberg, tras los altercados producidos en el Capitolio el 6 de enero de 2021, tomó la decisión de suspender las cuentas de Trump en todas las redes sociales de Meta Platforms, motivado por la supuesta responsabilidad que tuvo el presidente electo. Pese a las desesperadas peticiones del Partido Demócrata, más de dos años después, con un "estoy de vuelta", Trump confirmó su regreso a Facebook.
Aquel fue el primer paso para tratar de reparar unas relaciones fracturadas. Desde entonces, Zuckerberg ha ido reconociendo cómo ha ido recibiendo presiones para censurar a Trump o tapar causas que perjudicaban a la gestión o al entorno de los demócratas. Ese enfriamiento de las tensiones concluyó con una cena en Mar-a-Lago y con el magnate tecnológico donando un millón de dólares para el fondo de la inauguración presidencial de Trump.
Google, ¿el próximo en pronunciarse?
Meta Platforms no puede colgarse la medalla de haber sido la primera compañía tecnológica en plantar cara a la censura. Anteriormente, lo hizo X. Nada más comprar la red social -además de renombrarla-, Musk decidió "liberar al pájaro" y eliminar todo fact-checker que merodease por la plataforma.
Al margen de estas dos compañías, otro gigante tecnológico que ha estado en el foco por permitir que los fact-checkers actuasen y por aplicar la censura es Google. El buscador web más utilizado del mundo ha facilitado a la Administración Biden bloquear o hacer desaparecer contenido no acorde a sus intereses o censurar casos como el intento de asesinato que sufrió Trump en Pensilvania. Algo que el propio Musk demandó hace más de dos años.
Desde el Partido Republicano ya se alzó la voz para que Google tome el mismo camino que X y Meta Platforms. Jordan, quien elogió a Zuckerberg, pidió al gigante tecnológico que "siga ese ejemplo".