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El Tribunal Supremo limita el poder de las agencias federales al eliminar la 'doctrina Chevron'

Los magistrados votaron 6-3 eliminar una norma que otorgaba poder al Ejecutivo para resolver ambigüedades o lagunas en leyes.  

Corte Suprema de JusticiaCordon Press

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La Corte Suprema redujo este viernes la libertad de las agencias federales de interpretar las leyes que deben implementar.

Los jueces anularon una jurisprudencia de 1984 que se conocía como "doctrina Chevron". Aquella establecía que en caso de que una ley fuese ambigua o tuviese lagunas, las agencias federales podrían resolver estos vacíos y los tribunales deberían reconocer esta decisión siempre y cuando fuese "razonable".

 "Los tribunales no pueden ceder a la interpretación de la ley por parte de una agencia simplemente porque un estatuto es ambiguo", afirmó la corte en su fallo.

Desarrollando la opinión de la mayoría, John Roberts escribió que "al anular Chevron, el Tribunal no cuestiona los casos anteriores que se basaban en el marco Chevron". Es decir, no quedan anuladas las decisiones anteriores. Sí se espera, sin embargo, que este fallo dé pie a nuevas demandas contra reglas establecidas en las últimas décadas siguiendo aquella brújula.

Los críticos de la norma alegaban que daba poder al Poder Ejecutivo sobre el Judicial, quitando a este último la potestad sobre la interpretación de las leyes. Si las agencias podían interpretar las normas relevantes a su área, tenían, en última instancia, la capacidad de trastocar su significado, que además dependería del secretario de turno. Por tanto, les permitían formular políticas, haciendo propia una facultad del Congreso.

En defensa de Chevron, desde el Gobierno afirmaban que la propia doctrina prevenía que el Ejecutivo quitara autoridad al Legislativo y que sólo permitía que las agencias decidieran sobre textos pasados previamente por el Congreso. También sostenían que los jueces no eran expertos en los temas específicos que tenían que dilucidar, punto con el que coincidió la jueza Elena Kagan, que votó con la minoría.

Kagan acusó a sus pares, además, de "aferrarse al poder" al adoptar competencias que cree propias de las agencias. La decisión de este viernes, sostiene, pone a las cortes en el corazón de decisiones administrativas porque los estatutos reguladores suelen tener lagunas y ambigüedades, "y a menudo de gran importancia". Así, togados intercederían en temas tan variados como la inteligencia artificial, el sistema de transporte o el "cambio climático u otros desafíos medioambientales".

Asimismo, Kagan acusó a sus pares de decidir el caso específico que tenían entre manos dejándose llevar por su creencia de que la norma Chevron era incorrecta porque daba demasiado poder a las agencias. "La mayoría actual", espetó, "ha perdido de vista el papel que le corresponde".

El caso que tumbó la norma

Aunque los magistrados sellaron el destino de una influyente doctrina, el caso específico que debían resolver contemplaba una demanda de operadores de buques pesqueros contra una normativa federal que los obligaba a financiar la recolección de datos para la conservación marítima.

Los demandantes apuntaron, en concreto, contra el Servicio Nacional de Pesca Marítima, acusándolo de excederse en su misión de supervisar los recursos oceánicos.

Aunque tribunales inferiores fallaron en contra de las pesqueras, la decisión del Tribunal Supremo resuelve la disputa en su favor. 

Primeras reacciones

El voto de los magistrados a favor y contra la doctrina Chevron se dividió por afinidad ideológica, con un resultado final de seis a tres. Lo mismo puede decirse de las reacciones al fallo, recibido con aplausos desde las filas republicanas y sorpresa y reproches desde las demócratas:

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