La historia del impeachment en los Estados Unidos: Johnson, Clinton, Trump y ahora Biden
Hasta el momento, dos presidentes republicanos y uno demócrata fueron acusados sin éxito por el Congreso.
Kevin McCarthy anunció formalmente una investigación de juicio político contra Joe Biden. Según el presidente de la Cámara de Representantes, los republicanos descubrieron acusaciones serias y creíbles que respaldan su accionar. En concreto habló de una "cultura de corrupción". Si la historia se repite, esto dará paso a los artículos formales en contra del actuar mandatario demócrata, que se uniría a una corta lista de presidentes enjuicidados: Andrew Johnson, Bill Clinton y Donald Trump.
La noción del juicio político no es nueva. Nació con la monarquía británica como un método para hacer que los funcionarios reales rindieran cuentas por sus acciones públicas, aunque en ese momento estaba restringido únicamente a los funcionarios y no al rey. Se estima que la propia idea data de mediados del 1300 y que fue extraída por los padres fundadores al momento de pensar y armar la constitución.
La Convención de Filadelfia vio James Madison, Benjamin Franklin, James Wilson y al gobernador Morris a favor de esta práctica, que sería defendida por Alexander Hamilton en los Papeles Federalistas (número 66).
Allí, abogó firmemente por el Senado y no la Corte Suprema como el lugar donde se considerarían los cargos de juicio político relacionados con “mala conducta de los hombres públicos o, en otras palabras, por el abuso o la violación de alguna confianza pública”.
Finalmente, se consagró en la Sección 3 del Artículo 1: "el Senado tendrá el poder exclusivo de juzgar todos los juicios políticos... [pero] ninguna persona será condenada sin el Concurrencia de las dos terceras partes de los Miembros presentes”.
Mientras el presidente de la Cámara espera más información y evidencia de parte de los comités encargados, estos fueron los presidentes de los Estados Unidos que tuvieron que atravesar un juicio político.
Andrew Johnson
Muy criticado por los historiadores, quien asumió la presidencia tras el asesinato de Abraham Lincoln se convirtió en el primer presidente en la historia del país en ser acusado. Tomó las riendas en un momento bien delicado, afrontando las consecuencias de la Guerra Civil y con un Congreso controlado por los republicanos.
Tras vetar una legislación que protegía los derechos de quienes habían sido liberados de la esclavitud y e ignorar la Ley de Tenencia de Cargo (aprobada para evitar que despidiera al secretario de Guerra Edwin Stanton) el GOP se enfureció con el presidente.
La Cámara inició el proceso en 1868 por varios cargos, que incluían crímenes graves y delitos menores. Allí, los cargos fueron aprobados por una amplia mayoría, 126 a favor y 47 en contra, por lo que el trámite pasó al Senado, donde los republicanos ostentaban más de dos tercios de los asientos. De los 11 artículos en contra de Johnson, la Cámara Alta votó por 3.
El debate interno en el Partido Republicano era el siguiente: respetar la investidura presidencial o despedir al presidente debido a su poca simpatía para con el Congreso. La primera votación se llevó a cabo el 16 de mayo de 1868. En aquel momento había 54 senadores, 2 por cada uno de los 27 estados, dado que los 10 confederados todavía no habían sido readmitidos para tener representación en la unión.
Respetando el umbral de los dos tercios necesarios para destituir al presidente, se necesitaban 36 votos afirmativos. Cuando terminaron de sumar, los republicanos habían conseguido 35. Johnson se salvó por un voto de ser expulsado del Salón Oval y finalizaría su mandato en 1869 para darle paso a Ulysses S. Grant.
Bill Clinton
El primer demócrata en ser enjuiciado atravesó el proceso en 1999 por los cargos de obstrucción a la justicia y mentir bajo juramento. Todo comenzó con una acusación de acoso sexual por parte de Paula Jones, potenciada por el caso de Mónica Lewinsky.
La investigación que llevó al juicio político fue realizada por Kenneth Starr, quien escribió en su informe que el presidente había mentido bajo juramento durante una declaración jurada.
Además, escribió que Clinton “intentó influir en el testimonio de un testigo del gran jurado que tenía conocimiento directo de hechos que revelarían la falsedad de su testimonio en una declaración; intentó obstruir la justicia facilitando el plan de un testigo para negarse a cumplir una citación; intentó obstruir la justicia animando a un testigo a presentar una declaración jurada que el presidente sabía que sería falsa...; mintió a posibles testigos del gran jurado sabiendo que entonces repetirían esas mentiras ante el gran jurado; e incurrió en un patrón de conducta incompatible con su deber constitucional de ejecutar fielmente las leyes. ...; mintió a testigos potenciales del gran jurado, sabiendo que entonces repetirían esas mentiras ante el gran jurado; y participó en un patrón de conducta incompatible con su deber constitucional de ejecutar fielmente las leyes".
En diciembre de 1998, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, presidido por Henry George Hyde, acordó enviar cuatro artículos al pleno, que finalmente aprobó dos: el de perjurio ante un gran jurado (228-206) y el de obstrucción a la justicia (221-212). Virgil Goode, Ralph Hall, Paul McHale, Charles Stenholm y Gene Taylor fueron los congresistas demócratas que votaron a favor de los cargos aprobados.
El juicio político arribó al Senado el 7 de enero de 1999 y fue presidido por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, William Rehnquist. Tras un pantallazo inicial, los argumentos a favor de la destitución de Clinton fueron presentados a lo largo de tres días, entre el 14 y el 16 del primer mes del año. La defensa hizo su trabajo entre el 19 y el 21, para luego pasar a las preguntas de los miembros de la Cámara Alta.
Luego de mociones de desestimación y desfile de testigos, el Senado votó sobre ambos cargos el 9 de febrero. Nuevamente, dos tercios de los votos (67) eran requeridos para aprobar el despido del demócrata, elegido en 1992 y nuevamente en 1996.
El cargo de perjurio fue derrotado con 45 votos a favor (todos republicanos) y 55 en contra (45 demócratas y 45 republicanos), mientras que el de obstrucción a la justicia tuvo la misma suerte con 50 votos a favor y 50 en contra.
"Ahora que el Senado ha cumplido con su responsabilidad constitucional, llevando este proceso a su conclusión. Quiero decir de nuevo al pueblo estadounidense lo profundamente arrepentido que estoy por lo que dije e hice para desencadenar estos acontecimientos, y la gran carga que han impuesto al Congreso y al pueblo estadounidense", declaró Clinton luego de ser absuelto.
Donald Trump
El republicano y actual candidato a presidente es el último en la lista y el primero en haber sido acusado en dos ocasiones diferentes. Si bien los demócratas de la Cámara de Representantes intentaron expulsarlo de su puesto en 2017, meses después de haber asumido el cargo, el intento serio comenzó a mediados del 2019.
En septiembre de ese año, el testimonio de un informante aseguraba que Trump había abusado de su cargo para solicitarle al presidente de Ucrania, Volodomir Zelensky, una narrativa dañina contra Joe Biden, en ese entonces candidato a presidente.
Nancy Pelosi anunció la investigación formal el 24 del mencionado mes, presumiendo que el republicano había traicionado su juramento y puesto en jaque la integridad de las elecciones presidenciales del 2020.
Tras unos meses de testimonios, Pelosi autorizó en diciembre al Comité Judicial de la Cámara a que comiencen a redactar los artículos de juicio político. Finalmente, de esa redacción se desprendieron dos cargos: abuso de poder y obstrucción a la justicia. Ambos se aprobaron en líneas partidistas para avanzar al Pleno de la Cámara, votó formalmente el 18 de diciembre.
El artículo de obstrucción a la justicia fue aprobado por 230 votos a favor y 197 en contra, mientras que el de abuso de poder recibió 229 afirmativos y 198 negativos. Todos los republicanos votaron en contra del primero, a quienes se sumaron dos demócratas (Collin Peterson y Jeff Van Drew) y Tulsi Gabbard, que solo dijo presente. Justin Amash, exrepublicano e independiente, votó a favor.
El abuso de poder también contó con todos los republicanos en la oposición, que incluso sumaron un demócrata extra, Jared Golden.
Los republicanos del Senado ostentaban la mayoría y no querían saber nada con el juicio político a Donald Trump. Consideraban que no había evidencia suficiente y se trataba de una jugada política para perjudicar la imagen del presidente de cara a las elecciones.
51 senadores cortaron el ingreso de testigos y adelantaron la votación para el 5 de febrero, cuando el mandatario resulto no culpable de ambos casos. El caso de obstrucción a la justicia contó con la negativa de todos los republicanos, mientras que el de abuso de poder tuvo el voto a favor de Mitt Romney (R-UT), quien se convirtió en el primer senador en la historia de votar a favor de destituir al presidente de su propio partido.
El presidente criticó duramente el proceso y dio un discurso en la Casa Blanca en el que exhibió el periódico, The Washington Post, con la leyenda “Trump Absuelto”. “Puedas llevarlo a casa cariño, quizás lo encuadremos. Es el único buen título que tuvo en el Washington Post”, bromeó el presidente tras entregarle el diario a su esposa, Melania.
El segundo intento de juicio político contra Trump tuvo lugar después de que dejara el cargo (primera vez en la historia) por “incitación a la insurrección”, en referencia a su papel en los incidentes del 6 de enero en el Capitolio.
A inicios de febrero, los 222 demócratas de la Cámara votaron a favor con la ayuda de 10 republicanos. Luego de que algunos senadores intentaran desestimar los cargos antes de que lleguen a la Cámara Alta, la votación no se detuvo y finalizó 57-43 en favor de condenar a Trump, con 7 republicanos acompañando a todos los demócratas: Richard Burr, Bill Cassidy, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse y Pat Toomey.
Joe Biden
Los republicanos de la Cámara de Representantes fueron testigos de diversas audiencias a lo largo de los últimos meses, en relación con la actividad de Biden en el extranjero mientras era vicepresidente (2009-2017). "En los últimos meses, los republicanos de la Cámara de Representantes han descubierto acusaciones serias y creíbles sobre la conducta del presidente Biden: una cultura de corrupción", escribió McCarthy en su cuenta de X, anteriormente conocida como Twitter.
"Estoy ordenando a los comités de nuestra Cámara de Representantes que abran una investigación formal de juicio político contra el presidente Joe Biden", agregó, formalizando el inicio del quinto proceso en la historia. De confirmarse con artículos formales, tres de los últimos cinco presidentes habrían atravesado un juicio político.