El IRS se arma hasta los dientes: $10 millones en material de combate desde 2020
La última actualización del Informe sobre Militarización de la Burocracia Federal muestra una gran ampliación del arsenal de las agencias administrativas.
¿Por qué necesita armas de fuego el IRS? Adam Andrzejewski y su equipo se hicieron la misma pregunta antes de elaborar el Informe sobre la Militarización de la Burocracia Federal para Open The Books, que demuestra una marcada tendencia en el Servicio Interno de Impuestos por armar cada vez más a sus empleados. Desde 2006 la agencia de impuestos ha invertido $35,2 millones (inflación aplicada) en armas de fuego y material militar y táctico.
Desde entonces, los años de las Administración Biden han sido los de mayor gasto en equipos militares para el IRS. Tan sólo en 2021, la agencia gastó $5 millones en esta partida. En la actualidad la agencia cuenta con cerca de 2.100 agentes especiales, aquellos empleados que tienen permiso para estar armados en el cumplimiento de sus funciones, además de poder realizar tareas de aplicación de la ley.
Pese a que el gasto en material de combate aumente, el número de agentes que lo usan decrece. En 1995, el IRS contaba con 3.300 agentes; un número que menguó con los años. Daniel Werfel, responsable del IRS, anunció este año que la plantilla de empleados armados se ampliaría en 600 nuevos puestos. El 3% de la ampliación total de personal de la agencia. Con estos efectivos, el IRS estaría entre los 50 mayores departamentos de Policía del país. Los agentes especiales del IRS tienen una larga trayectoria en el cumplimiento de labores contra el crimen. Fueron lo que apresaron a Al Capone en los años 30.
Pese a todo, no parece que el IRS tenga que recurrir a las armas de forma regular. De acuerdo con Americans for Tax Reform, que cita un informe del Departamento del Tesoro entre 2009 y 2011, los agentes especiales del IRS únicamente dispararon sus armas 19 veces. Nueve de esas descargas fueron intencionadas, mientras que las otras once fueron no intencionadas. Por tanto, en aquel periodo, los agentes del IRS dispararon más veces por error que por voluntad propia fuera de un campo de tiro.
La inversión en material de combate del IRS se destinó en primer lugar a armas cortas, munición de 9mm y chalecos antibalas. El arma predilecta de la agencia es la Glock 22 del calibre 40. El arsenal del IRS cuenta también con rifles, escopetas y fusiles de asalto automáticos de tipo AR-15 para munición 5,56mm. En total sumaron 4.500 armas de fuego y cinco millones de cartuchos de munición para su uso. 621 escopetas de corredera y semiautomáticas, 539 rifles de cañón largo y 15 subfusiles.
El desglose de gastos a partir de 2020 es el siguiente, de acuerdo con los datos que ofrece el informe
$1,2 millones en escudos balísticos, más otros 1,3 millones de dólares en "otros equipos diversos para agentes de investigación criminal" - descripción muy poco transparente
$474.000 en rifles Smith & Wesson
$467.000 en iluminación táctica de servicio
$463.000 en escopetas tácticas Beretta1301
$354.000 en mochilas de equipo táctico
$267.000 en cascos
$243.000 en chalecos antibalas
Más agentes federales que marines
El IRS no es la única agencia que mantiene una plantilla numerosa de agentes armados. La situación de militarización del IRS es parecida en el Departamento de Asuntos de los Veteranos; el Departamento de Salud y Servicios Humanos; la Agencia de Seguridad Social; la Agencia de Protección Medioambiental; el Servicio de Inspección de Animales y Plantas e incluso la NASA invirtieron de forma progresiva en armas de fuego y material de defensa para sus plantillas. Entre todas las agencias que no están vinculadas con el Departamento de Defensa (militares), Open The Books estima que el número de agentes federales armados y con autoridad para aplicar la ley es mayor al de todos los efectivos del Cuerpos de Marines de los Estados Unidos. 200.000 frente a 180.000.
De entre estas agencias, destaca el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Desde 2006 gastó $154 millones en la compra de armas de fuego y material militar para los 500 agentes especiales con derecho a llevar armas que tiene su plantilla. Con estos datos, Andrzejewski, autor del informe, no puede evitar preguntarse por qué el Gobierno federal invierte tanto en militarizar sus agencias, mientras que la Administración Biden se esfuerza por restringir cada vez el porte de armas y los derechos relacionados con la Segunda Enmienda.