El Consejo de Transición en Haití destituye al primer ministro y profundiza la crisis migratoria
Las bandas armadas siguen campando a sus anchas en el país caribeño mientras la inestabilidad política se acentúa. La situación se degradó en los últimos días a pesar de la intervención de Naciones Unidas y de las fuerzas enviadas por Kenia para ayudar a la policía haitiana.
El Consejo Presidencial de transición en Haití destituyó al primer ministro, Garry Conille, tan sólo seis meses después de asignarle el cargo.
El órgano presidencial de nueve miembros fue formado en abril tras la dimisión del premier Ariel Henry por la presión de violentas pandillas. Su objetivo es brindar estabilidad política a un país tomado por grupos armados y abrir el camino para las primeras elecciones desde 2016.
Las atribuciones del consejo, formado por una alianza entre partidos políticos y civiles, no fueron establecidas claramente por lo que los analistas advierten que no es claro que pueda destituir al primer ministro. De hecho, como demuestra un documento conseguido por AFP, el propio Conille intentó detener su destitución alegando que estaba "claramente empañada de ilegalidad".
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La decisión llega tras semanas de disputas internas. El empresario Alix Didier Fils-Aimé fue nombrado para el cargo de primer ministro.
El viraje del consejo de transición es un nuevo golpe de inestabilidad para un país que enfrenta una crisis humanitaria. Según la ONU, más de 700.000 personas debieron abandonar sus hogares. Se espera que aumente la presión migratoria en la región.
Las autoridades recibieron una misión extranjera apoyada por Naciones Unidas y efectivos de Kenia para reforzar los esfuerzos de la Policía Nacional. A meses de su desembarco en la isla, no han logrado revertir la espiral de violencia perpetrada por los pandilleros.