El régimen de Irán incitó las protestas islamistas en Suecia

Las autoridades suecas han acusado a Irán de ser responsable de los mensajes de texto enviados a miles de personas en los que se pedía venganza por la quema del libro sagrado del Islam. Estos mensajes habrían incitado a las protestas por que la pasó el país cuando varios activistas quemaron copias del Corán en distintas ocasiones. 

La denuncia de Suecia asegura que Irán habría llevado a cabo una campaña de injerencia para desestabilizar el país. De acuerdo con el Gobierno sueco, se trataría de una operación llevada a cabo por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní. Para ello, habrían logrado hackear una base de datos con suficientes números de teléfono suecos a los que bombardear con mensajes. 

El fiscal superior sueco, Mats Ljungqvist, declaró que una investigación preliminar de la agencia de seguridad nacional sueca, SAPO por sus siglas en inglés, demostró que "fue el Estado iraní a través del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, IRGC, quien llevó a cabo una violación de datos en una empresa sueca que gestiona un importante servicio de SMS". No precisó cuál es esta empresa sueca involucrada en el caso. 

El caso comenzó cuando en 2023, un activista de origen iraquí comenzó una serie de actuaciones protesta en la vía pública de varias ciudades europeas en las que quemaba ejemplares del Corán. Este iraquí, exiliado en Europa, pronto atrajo la atención del público y de la comunidad musulmana. 

Aunque las autoridades recibieron protestas en su contra, este tipo de conductas están permitidas en Suecia y protegidas por la libertad de expresión. Sin embargo, el enfado de la comunidad internacional musulmana fue mayúsculo. El régimen iraní tomó cartas en el asunto para desestabilizar Suecia a raíz de estos incidentes. 

No es el único caso para Suecia de injerencia del mundo islámico en su seguridad. Las autoridades suecas han intervenido en varias ocasiones para desarticular grupos islamistas relacionados con Hamás. La embajada israelí en el país también fue objeto de ataques esporádicos a lo largo del años pasado. 

Fredrik Hallström, director operacional de la agencia de seguridad sueca, dijo que la intención de los mensajes de texto era también "pintar la imagen de Suecia como un país islamófobo y crear división en la sociedad", y acusó a "potencias extranjeras" de tratar de "explotar vulnerabilidades" y dijo que "ahora están actuando cada vez más agresivamente, y este es un desarrollo que probablemente se intensificará".