Cuatro años de los Acuerdos de Abraham: ¿se unirán más países al camino de la paz?
Con motivo de un nuevo aniversario del tratado firmado por Israel con Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán, el Abraham Accords Peace Institute hace un llamado a crear los 'Acuerdos de Abraham 2.0'.
El Abraham Accords Peace Institute (AAPI) publicó recientemente un artículo con motivo de los cuatro años de los Acuerdos de Abraham, el tratado de paz firmado, con la mediación del entonces presidente Donald Trump, por Israel con Emiratos Árabes Unidos y Baréin en 2020 y al que luego se sumaron Marruecos y Sudán, con el fin de expandir los acuerdos a pesar del 7 de Octubre, o incluso debido a esa histórica masacre perpetrada por Hamás y otras organizaciones terroristas palestinas.
El texto, escrito por Aryeh Lightstone, director ejecutivo del AAPI, y Asher Fredman, director para Israel de esa organización, resalta algunos de los hitos y momentos más importantes de los Acuerdos de Abraham en los últimos cuatro años, al tiempo que ilumina el futuro de la cooperación regional y la paz.
Con el fin de instar a que más países se unan a la paz, los autores señalan en su artículo que es necesario recordar que incluso en medio de la desafiante pandemia de COVID-19, surgió un “rayo de luz” que anunciaba una nueva era de paz, integración y cooperación.
Lightstone y Fredman también piden crear lo que llamaron los Acuerdos de Abraham 2.0 para que, así como el primer tratado pudo alcanzarse en medio de la crisis pandémica, el nuevo puede salir adelante en el contexto de la guerra en Gaza tras el 7 de Octubre.
Los beneficios de la paz alcanzada en los Acuerdos de Abraham
Entre los beneficios que la normalización de las relaciones entre Israel y algunos países árabes han llevado a la región, los directivos del AAPI resaltan que los lazos comerciales se dispararon, más de un millón de personas viajaron entre los países que forman parte del tratado en nuevos vuelos directos y se anunciaron colaboraciones en diversas áreas, como la innovación, el espacio, la inteligencia artificial, el agua, la ciberseguridad y el desarrollo sostenible.
Además, se lanzaron iniciativas para promover la coexistencia entre diferentes confesiones. De hecho, en Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, se creó la Casa de la Familia Abrahámica, un complejo interreligioso cuyo fin es el establecimiento de una comunidad basada en el diálogo e intercambio entre personas que profesan diversas religiones, y ser un ejemplo de fraternidad humana. Además, se formaron delegaciones de liderazgo musulmán-judío entre Israel y Marruecos.
La importancia de contrarrestar a los desestabilizadores
Lightstone y Fredman afirman que a pesar de los avances logrados con los Acuerdos de Abraham, la falta de un liderazgo estadounidense sólido en los últimos años permitió que China, Rusia e Irán fortalecieran su influencia en Medio Oriente
Los autores subrayan que tras el 7 de Octubre y los ataques subsiguientes perpetrados por los proxies de Irán, la inestabilidad en la región también ha estado (y continúa estando) a cargo de redes mediáticas extremistas como Al Jazeera, que fomentan la incitación al odio y la violencia, como así también de grupos vinculados a la organización islamista radical Hermanos Musulmanes y a Irán, que utilizan el conflicto para promover la inestabilidad.
¿Cómo deben ser los ‘Acuerdos de Abraham 2.0’?
Los directivos del AAPI sostienen que este es el momento de lanzar los Acuerdos de Abraham 2.0, los cuales deben basarse en atraer a más países árabes y musulmanes al camino de la paz, como así también promover iniciativas regionales económicas, tecnológicas y de seguridad, ya que el primer tratado ha demostrado que la normalización de las relaciones con Israel son más beneficiosas que la violencia para todas las partes involucradas.
Los autores instan a combinar el dinamismo de las empresas emergentes de Israel -país conocido como Start Up Nation- con el impresionante historial en la ejecución de proyectos tecnológicos del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, el cual está compuesto por Baréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Estos acuerdos, sostienen, deberían ser promovidos y liderados por Estados Unidos.
En lo que respecta a la seguridad en esta región cargada de tensiones, Lightstone y Fredman afirman que debe crearse lo que llamaron una arquitectura de seguridad liderada por Washington, la cual debe abarcar la defensa aérea y antimisiles, drones, espacio, satélites, seguridad marítima, ciberseguridad, intercambio de inteligencia y ejercicios, entre otros asuntos, con el fin de combatir las amenazas y formar una alianza regional para disuadir y contrarrestar a Irán.
La importancia del liderazgo de Estados Unidos
Lightsone y Fredman resaltan que la realización de los Acuerdos de Abraham 2.0 requerirá de un sólido liderazgo estadounidense a nivel diplomático y económico, como así también en el aspecto de la seguridad.
No obstante, los aliados de Estados Unidos en la región también deben realizar esfuerzos para promover la paz en la región y derribar las barreras de cooperación de larga data.
Y concluyen que es precisamente en los momentos oscuros cuando pueden aparecer las mejores oportunidades, tal como quedó demostrado con los Acuerdos de Abraham.