No hubo un “ecocidio” en la Isla de Pascua: un estudio desmiente la teoría popular
La investigación expone que el colapso de la civilización de Rapa Nui no se ocasionó por la sobreexplotación de recursos.
Un reciente estudio presenta hallazgos significativos que reevalúan la historia de la Isla de Pascua y cuestiona la creencia generalizada de que las prácticas agrícolas de sus antiguos habitantes llevaron al colapso de su civilización.
El artículo, publicado en la revista Science Advances y titulado La caracterización de la producción agrícola en toda la isla desafía la hipótesis del colapso demográfico de Rapa Nui, recuerda que Rapa Nui (mejor conocida como Isla de Pascua) ha sido citada frecuentemente como un ejemplo de cómo la sobreexplotación de recursos limitados puede resultar en un desastre demográfico.
Esto, basado en la práctica de agricultura llamada "tala y quema", en la que se derribaban palmeras y se les prendía fuego para despejar terreno para la agricultura y utilizar la madera para la construcción de herramientas. Además de esto, tenían la práctica de utilizar rocas en la jardinería, para mejorar la calidad del suelo.
Desafío a la narrativa tradicional
La narrativa tradicional sugiere que los isleños de Rapa Nui cometieron un “ecocidio” principalmente mediante la tala de palmeras, utilizadas para la construcción, como combustible y para despejar terreno agrícola. Esta práctica, conocida como "tala y quema", involucraba derribar palmeras y prenderles fuego para despejar el terreno y utilizar la madera en la construcción de herramientas. Además, los habitantes de la isla han sido criticados por dedicar un esfuerzo significativo a la construcción y transporte de los enormes moáis (estatuas de piedra), lo que presuntamente contribuyó a un colapso catastrófico de su población.
La jardinería de rocas, una práctica agrícola que implicaba la utilización de rocas para mejorar la calidad del suelo, también ha sido vista de manera crítica dentro de esta narrativa, sugiriendo que la sobreexplotación de recursos limitados llevó a la degradación ambiental y al colapso demográfico de la isla.
Sin embargo, el nuevo estudio argumenta lo contrario. Los investigadores señalan que los colonos encontraron formas de estable durante siglos a pesar de los severos límites de la isla.
La jardinería de rocas en realidad mejoró la productividad del suelo, aumentando los nutrientes disponibles y reteniendo la humedad, lo cual era vital para la subsistencia de los isleños.
"Teniendo en cuenta los beneficios que tiene la jardinería de rocas para aumentar la productividad del suelo y, por tanto, el crecimiento de las plantas, su práctica era una parte vital de la subsistencia rapanui previa al contacto”, afirma el artículo que destaca que "casi la mitad de la dieta rapanui consistía en alimentos terrestres", subrayando la importancia de la jardinería de rocas para la sostenibilidad de la población.
Evaluación del impacto agrícola
Para evaluar el impacto de estas prácticas agrícolas, los investigadores utilizaron imágenes satelitales de onda corta infrarroja (SWIR) y técnicas de aprendizaje automático, concluyendo que la población máxima sostenida por la jardinería de rocas era significativamente menor de lo que se había afirmado anteriormente.
Las estimaciones del estudio indican que la población máxima era de aproximadamente 3.901 personas, en contraste con las 17.000 personas estimadas por investigaciones previas. Esto desafía la noción de que la población de la isla disminuyó drásticamente antes de la llegada de los europeos.
Persistencia del mito
Los autores del estudio reconocen que el mito del colapso demográfico sigue siendo popular fuera del ámbito académico. El artículo afirma que "a pesar de la literatura arqueológica reciente que desacredita las ideas sobre el exceso de población malthusiana, la premisa de que la sociedad rapanui causó su propia desaparición debido al uso insostenible de recursos y al aumento incontrolado de la población se ha popularizado ampliamente".
Este estudio invita a una reevaluación de las narrativas históricas sobre Rapa Nui, subrayando la necesidad de un análisis más matizado de las prácticas agrícolas y su impacto en la demografía isleña. Los investigadores sugieren que comprender mejor la extensión y el papel de los jardines de rocas es crucial para una evaluación precisa de la capacidad de carga ambiental de la isla antes del contacto europeo.