El Departamento de Estado ordena la salida del personal diplomático no esencial de Haití tras la última ola de violencia
Después de intensos tiroteos en las inmediaciones de la embajada, el Gobierno decidió elevar la alerta al nivel cuatro y evacuar a parte de los trabajadores de la delegación.
El Departamento de Estado ordenó la salida de Haití de una buena parte del personal del Gobierno en el país, así como de sus familias y acompañantes. El Departamento de Anthony Blinken tomó la decisión al mismo tiempo que elevó la alerta al nivel cuatro para el país caribeño. Haití está sumergido a una creciente espiral de violencia e inestabilidad.
La orden del Departamento de Estado afecta a los trabajadores y al personal diplomático no esenciales en el país. Aquellos que se quedan en Haití recibieron la orden de no abandonar el complejo de la embajada y arriesgarse lo mínimo posible a situaciones potencialmente peligrosas. El Departamento de Estado informó que la decisión se tomó después de registrarse intensos tiroteos en las inmediaciones de la embajada estadounidense en Puerto Príncipe.
El Gobierno también pidió que los ciudadanos norteamericanos que se encuentran en el país lo abandonen tan pronto como sea posible. Desde esta semana, Haití tiene un nivel de alerta cuatro en la referencia del Departamento de Estado. Es el nivel de alerta más elevado, y pide expresamente a los americanos que no viajen al país en cuestión.
De acuerdo con reportes locales, la última ola de violencia de las pandillas empujó a una gran multitud de haitianos a buscar refugio frente al complejo de la embajada estadounidense. La situación degeneró en enfrentamientos con las fuerzas del orden. Todo ello creó un caos en los alrededores de la embajada, lo que forzó la decisión del Departamento de Estado.
En su comunicado, el Departamento de Estado lamenta que la seguridad del país haya degenerado hasta tal punto de no ser capaz de asegurar la seguridad de sus nacionales en la capital haitiana. Los peligros contemplan secuestros planeados minuciosamente y con el objetivo de obtener pagos por rescates.
De acuerdo con Naciones Unidas, la capital de Puerto Príncipe está controlada en casi un 80% por las pandillas criminales. En 2021, el presidente haitiano Jovenel Moïse fue asesinado y desde entonces el país isleño carece de Gobierno electo.