El Tribunal Supremo decidió el jueves mantener un impuesto sobre las inversiones en empresas extranjeras establecido durante la presidencia de Donald Trump. . Los magistrados fallaron 7 a 2 que el impuesto era constitucional, descartando el argumento de los demandantes de que el Congreso se había excedido en su potestad para imponer tributos según lo establece la Constitución. . La medida, introducida en 2017, impuso un gravamen de pago único que ayudaría a traer ingresos generados en el extranjero -ya que hasta entonces quienes poseían una empresa en el exterior no debían pagar impuestos hasta no ingresar sus beneficios a Estados Unidos- y a financiar recortes fiscales de la Administración Trump. . En defensa del gravamen salieron tanto demócratas del Gobierno actual como republicanos del anterior, como Paul Ryan, promotor de la norma y presidente de la Cámara cuando fue aprobada. . Del otro lado se encontraban, Charles y Kathleen Moore, una pareja que debía 15.000 dólares por haber invertido en la empresa india KisanKraft Machine Tools Private Limited. . El Congreso, sostenían los Moore, había tasado su propiedad -es decir, sus acciones de la compañía- en vez de sus ingresos, excediéndose en sus atributos constitucionales. . El juez Brett Kavanaugh, al redactar la opinión mayoritaria, aclaró que el fallo no tenía relación con otros impuestos como podría ser un impuesto a la riqueza. . La decisión también zanja los pedidos para que se recusaran cuatro de los jueces. . Samuel Alito había sido entrevistado por un abogado de los demandantes meses antes de comenzar el juicio, pero se negó a dar un paso al costado alegando que no habían hablado del juicio. . Jackson, Roberts y Thomas también enfrentaron pedidos similares por tener intereses en empresas que podrían verse beneficiadas, según Fix The Court. Los primeros dos votaron mantener la norma, mientras que el tercero disintió.