Socialismo en California: la ley fijará los salarios en la industria de comida rápida
Empresas como McDonalds amenazan con abandonar el Estado del Sol si el gobernador Newsom permite instaurar la normativa de control público sobre el sector.
California aprobó esta semana su radical ley para la imposición de salarios en el sector de la comida rápida. La normativa, conocida como Ley de Recuperación FAST (Fast Act) o AB 257, fijará por decreto el salario mínimo de los trabajadores de la industria de comida rápida en 22 dólares la hora, superando en 7 dólares el salario mínimo de 15 dólares establecido en el estado. Además, creará un 'Consejo de Comida Rápida' en el que funcionarios estatales intervendrán en el funcionamiento y desarrollo del sector.
El proyecto de ley deberá ser refrendado por el gobernador Gavin Newsom, a quien numerosas asociaciones y propietarios piden vetar la normativa. Informa The Wall Street Journal de que empresas como MdDonalds solicitaron a sus franquiciados que enviasen cartas a los legisladores para votar en contra de la ley. De lo contrario, la compañía podría dejar de expandirse en California e incluso abandonar por completo el estado.
El proyecto original de la ley, aprobado en enero, obligaba a las grandes cadenas a ser empleadores conjuntos junto a sus franquiciados, lo que podría exponerlos a responsabilidad por violaciones laborales de estos últimos. Sin embargo, la presión de estas grandes compañía se tradujo en enmiendas que han modificado el contenido final de la ley.
En qué consiste la 'Fast Act'
La Fast Act, Ley de Recuperación o AB 257 creará un 'Consejo de Comida Rápida' de 10 miembros compuesto por delegados de los trabajadores, representantes de los empleadores y dos funcionarios estatales que establecerán las normas de salarios mínimos, horas y condiciones de trabajo en el sector.
Junto con el Consejo de Comida Rápida estatal, el proyecto de ley permite que las ciudades y los condados de California con una población de 200.000 habitantes o más creen sus propios consejos locales para hacer recomendaciones al consejo estatal.
Quienes se oponen al proyecto de ley advierten de que la normativa hará que los precios de los productos suban en un contexto de inflación disparada y alertan de un control sobre los negocios privados típico del socialismo. El senador Brian Dahle, candidato a gobernador de California, alertó de esta subida de precios y del paso que la normativa da para sindicalizar a los trabajadores del sector de la comida rápida.
Según el Centro de Previsión y Desarrollo Económico de la Universidad de California, los consumidores californianos pueden esperar pagar un 20% más en los restaurantes locales en caso de que la legislación salga adelante. Incluso el Departamento de Finanzas de California se opuso al proyecto de ley afirmando que crearía un "entorno normativo y legal fragmentado para los empresarios y aumentaría los costes a largo plazo". De ahí que sea toda una incógnita el sentido final de la votación de Newsom.
Por su parte, varios representantes demócratas mostraron su satisfacción con esta ley y esperan que se extienda por todo el país.