Champions League: el Real Madrid resiste la avalancha bávara en Alemania rescatando un valioso 2-2
El Bayern de Múnich acarició la victoria en un gran segundo tiempo, pero Vinícius volvió a ser diferencial en el juego y el marcador. La serie quedó abierta y se definirá en el Santiago Bernabéu el próximo miércoles.
Bayern de Múnich y Real Madrid se exhibieron en un gran partido de Champions con varios matices tácticos interesantes que partieron desde el talento de los mejores futbolistas en campo: Kroos, Musiala, Vinícius, Kane y Neuer —los grandes nombres del compromiso—, protagonizaron el dominio del juego y el marcador de un encuentro que culminó con un empate a dos que dejó fortalecido al equipo de Carlo Ancelotti de cara al cierre de la eliminatoria en el Santiago Bernabéu.
El desarrollo del encuentro, como es habitual en las rondas eliminatorias de Champions, fue cambiante, con ambos equipos protagonizando momentos de dominio y contundencia en los momentos de apremio. El Bayern, que salió al campo con un marcado 4-2-3-1 con Musiala y Sané jugando como extremos/enganches por derecha e izquierda respectivamente, arrancó el partido con una intensidad pasmosa, rítmica y divertida, generando entre tres y cuatro ocasiones claras de peligro que desde el primer minuto obligaron a la intervención del guardameta Lunin para defender su arco.
Sin embargo, a medida que el equipo alemán desperdiciaba ocasiones en esos primeros minutos, el ritmo frenético bávaro se volvía contraproducente, con muchas pérdidas, imprecisiones y una desesperación por marcar el primer gol que generó un crecimiento del Madrid en ese momento del partido.
Como también es habitual en estos partidos del Madrid lejos de casa, la paciencia emerge como la principal virtud de los dirigidos por Ancelotti. En lugar de verse sobrepasados ante el ritmo avasallante de su rival, el “Rey de Europa” opera como un experimentado chef que cocina todo a fuego lento.
El abanderado de dicha estrategia colectiva fue, una vez más, Toni Kroos, quizás el mejor futbolista de ese primer tiempo, quien empezó a generar circuitos de pase; circulación de la pelota y posesiones largas que llevaron al Bayern no solo a bajar su ritmo, sino a dar un paso atrás y, eventualmente, replegar.
Una vez el Madrid se asentó en campo rival con pelota dominada, prácticamente en la primera acción de peligro para el equipo “merengue” los locales vieron cómo se plasmó el 0-1 en cuestión de minutos.
Kroos se plantó en el círculo central con balón dominado y detectó un desmarque pícaro de Vinícius que dejó sin respuesta al surcoreano Min-Jae. El pase del mediocampista alemán, preciso como pocos, dejó a Min-Jae a medio camino y al brasileño de cara a Manuel Neuer. Finalmente, Viní Jr. no perdonó y rubricó las redes.
A partir de allí, el Bayern quedó confundido. El Madrid movió la pelota y dominó el primer tiempo con paciencia, aunque los alemanes tuvieron sus ocasiones, con algunas aproximaciones de Sané y Musiala, que estaban evidentemente incomodos jugando a perfil natural, y un Kane que tuvo un tiro libre en la frontal que pasó a medio metro del primer palo defendido por Lunín. Aún así, la superioridad en el terreno la tenían los visitantes.
Sin embargo, Tuchel, quien había optado por la extraña decisión de emparejar a Musiala con Mendy en la derecha, modificó la estructura para que su jugador más habilitado pasara a jugar por izquierda ante el punto débil de la defensa española: Lucas Vázquez.
De esta forma, al igual que Musiala, Sané quedó a perfil cambiado. Además, el técnico bávaro decidió darle salida a Goretzka, un mediocampista físico y recuperador, para poner a Guerreiro, un volante/lateral de gran técnica que le cambió la cara al mediocampo alemán.
Si bien el desarrollo pudo haber sido aún más favorable al Madrid si Neuer no salvaba un remate de Kroos con una espectacular atajada, los cambios surtieron efecto: Sané, a los 53’, transportó en diagonal el balón desde la derecha hacia el área y sacó un zurdazo violento que se coló en el primer palo de Lunín produciendo el 1-1. En ese momento, el partido volvió a cambiar.
Apenas dos minutos después, Musiala, cada vez más protagonista, sacó a bailar a Vázquez quien cometió un claro penal contra el futbolista alemán. Harry Kane, que también empezó a influir más en el juego, cambió la pena máxima por el 2-1 firmando una remontada con frenética.
A partir de allí, el Bayern fue una avalancha. Generó ocasiones por todo el frente de ataque, pudo haber marcado más goles y, de no ser por su falta de puntería, el Real Madrid habría sufrido un severo castigo en su visita a Alemania.
Pero Ancelotti, en una lectura valiente de partido, decidió cambiar a un intrascendente Bellingham y a un exhausto Kroos para darle entrada a Brahim y Modric. Los cambios funcionaron. El croata le dio otro volumen de juego al Madrid, con pases quirúrgicos y peligrosos, y el español hizo que Rodrygo se liberara de la derecha para ubicarse cerca de Vini Jr. en carril central.
Fue justamente en ese carril, tras una linda jugada asociada entre los atacantes brasileños, donde el Madrid materializó el 2-2.
Rodrygo, tras una pared con Vini, se sacó de encima a Min-Jae, quien tumbó al brasileño con un claro agarrón que el colegiado no dudó en señalar. El propio Vinícius, que minutos antes había perdido un uno contra uno contra Neuer, en esta ocasión no falló la pena máxima e hizo que el Madrid resistiera la avalancha bávara y se lleve un valioso empate en casa.