Carlos De Oliveira, administrador de la propiedad de Mar-a-Lago de Donald Trump, compareció por primera vez ante un tribunal en Miami como parte de la investigación estadounidense sobre el manejo de documentos clasificados. De Oliveira se sumó la semana pasada a la acusación contra el expresidente.
Mar-a-Lago property manager Carlos De Oliveira, 56, terrified, about to have his life destroyed by Jack Smith.
Victim of Jack Smith Bob McDonnell - Family, friends, associates "If they say anything positive about me, they could be charged with Obstruction of Justice"
judge read… pic.twitter.com/ALUChMFrBl
— Joni Job (@jj_talking) July 31, 2023
El empleado de Trump no se declaró culpable porque no ha encontrado un abogado con sede en Florida que le represente. El juez retrasó la audiencia de lectura de cargos de Oliveira hasta el 10 de agosto. También se le ordenó que entregue su pasaporte y firme un acuerdo para pagar 100.000 dólares si no se presenta a la próxima audiencia. Tampoco puede tener contacto con ningún testigo en el caso.
El fiscal especial del Departamento de Justicia (DOJ), Jack Smith, añadió la semana pasada tres nuevos cargos en el caso del magnate: dos por obstrucción a la justicia, destrucción de pruebas y la retención intencionada de información clasificada en el caso de los documentos que aparecieron en Mar-a-Lago.
Según el informe de 60 páginas que presentó el equipo de Smith este jueves, Trump ordenó al administrador de su propiedad que eliminase las imágenes de las cámaras de seguridad en un intento de impedir el acceso a éstas a los investigadores federales.