Desde Nixon hasta Trump, así les fue a los últimos presidentes que buscaron la reelección
Joe Biden anunció que irá por un segundo mandato en 2024. De los últimos diez mandatarios, cinco tuvieron éxito, cuatro fueron derrotados y uno optó por no competir.
Joe Biden irá por la reelección. Así lo anunció el 25 de abril a través de un video, en el que llamó a los votantes a protegerse de los "republicanos MAGA" y a acompañar nuevamente al ticket Biden-Harris. Subidos a la máquina del tiempo, de los últimos diez presidentes, cinco lograron un segundo mandato, cuatro cayeron derrotados y uno ni siquiera se molestó en competir.
Del primero al último, la nómina está integrada por Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George H.W. Bush, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump. Por supuesto, habrá que esperar hasta noviembre de 2024 para ver cómo ingresa Biden a este listado. A esta altura, solo tres presidentes habían estado más abajo en cuanto a popularidad que el actual mandatario, con dos de ellos siendo derrotados en la búsqueda de un segundo mandato.
Johnson ni se molestó por la reelección
Durante todo el siglo XX, solo dos presidentes optaron por no buscar la reelección: Calvin Coolidge y Lyndon Johnson. En 1964, el demócrata obtuvo el mayor margen de victoria en el voto popular desde 1820 y todavía no fue superado por ningún candidato. Cuatro años después, era el favorito para ganar la nominación de su partido. Sin embargo, su popularidad comenzó a decaer a medida que avanzaba la Guerra de Vietnam. Tras reflexionarlo con su equipo y su familia, sorprendió a la nación el 31 de marzo de 1968.
"No buscaré, y no aceptaré, la nominación de mi partido para otro mandato como vuestro Presidente", declaró Johnson para la sorpresa general. Al día siguiente, su índice de aprobación pasó del 35 % al 49 %. Ya fuera de competencia, fue importante para que Hubert Humphrey se llevara la nominación, sin siquiera haber ganado una sola primaria.
Nixon, Ford y Carter
Tras una improbable llegada a la presidencia en 1968, Richard Nixon desfiló cómodamente el día de su reelección. Capturó 520 de los 538 votos electorales posibles en una de las elecciones más holgadas de la historia. Su rival, George McGovern, solo obtuvo 17 votos electorales, los de Massachusetts y DC. Hasta 2023, es la última contienda en la que un candidato superó el 60% en el voto popular.
La palabra reelección suena extraña para Gerald Ford, la única persona en ser presidente sin haber sido elegido para ocupar el Salón Oval o para ser vicepresidente. Accedió al cargo después de las renuncias de Nixon y Spiro Agnew (entonces vicepresidente) en 1974. Con el peso de Watergate y del indulto a Nixon, Ford llevaba en su espalda una mochila bastante cargada.
Su buena performance en el primer debate contra Jimmy Carter le permitió recortar la distancia en las encuestas, que lo tuvieron muy por detrás desde el inicio. El día de las elecciones, los medios se sorprendieron por lo reñido de la contienda.
Ohio y Wisconsin le dieron la victoria al por entonces gobernador de Georgia, quien se vendió como un outsider. Los márgenes en estos estados fueron de 0,27 % y 1,68%, respectivamente, unos 46.000 votos. Si Ford hubiese ganado allí, sumado a los otros 27 estados en los que se impuso, hubiese logrado un mandato completo como presidente. La estadística final marcó 297 votos electorales para el demócrata, contra los 240 del republicano, lo que convirtió a Ford en el primer presidente en perder una elección desde Herbert Hoover en 1932.
Reagan y Bush
Cuatro años después, en 1980, Carter se encontraba en una difícil posición, similar a la de Ford en muchos aspectos. Había enfrentado un duro desafío en las primarias (en este caso ) y se encontraba en una posición delicada por política exterior (la crisis de rehenes en Irán). Sin embargo, el estofado de destrucción de Carter tenía otro condimento, quizás el más picante de todos. Se trata de la estanflación, que sacudió al país durante su mandato y redujo enormemente su popularidad.
El combo fue mortífero. Ronald Reagan recibió el mayor número de votos electorales jamás obtenidos para un retador, 489, mientras que el presidente arañó los 49. En el voto popular, el actor consiguió un margen de 9,7 %. Reagan se enfrentó a Walter Mondale en 1984 y la elección pasó a la historia. El republicano se apoyó en la recuperación económica y en una retórica esperanzadora, traducida en su mítico anuncio, "Its morning again in America".
Reagan se llevó 49 de los 50 estados, lo que se tradujo en un voto electoral de 525 contra 13. En la historia de las elecciones presidenciales, ningún candidato ganó más votos electorales que Ronald Reagan. Además, hasta Trump y Biden, The Gipper fue la persona de más edad (73) en ser elegida para el cargo.
George H.W. Bush aprovechó el envión de su exjefe y ganó con comodidad los comicios de 1988. Cuatro años después, la cosa se antojó un poco complicada. Aunque la economía creció durante 19 meses seguidos, la percepción de una lenta recuperación dañó la campaña del por entonces presidente, sumado a que los votantes debieron elegir entre tres candidatos y al desgaste que implica que un partido gobierne por tres periodos consecutivos.
Ross Perot apareció como una alternativa a los partidos tradicionales y logró obtener el 19% del voto popular, dañando los números de Bush en estados clave. Finalmente, el carisma de Bill Clinton logró imponerse y romper con 12 años de gobierno republicano. Debido a la competitividad entre los tres candidatos, el demócrata solo obtuvo la mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos) en su natal Arkansas.
Clinton, Bush (de nuevo) y Obama
Perot volvió a molestar al GOP en 1996, aunque solo capturó el 8% de los votos. En este contexto, Clinton se las arregló para derrotarlo junto al senador Bob Dole, el nominado republicano, convirtiéndose en el primer demócrata en ganar dos elecciones presidenciales consecutivas desde Franklin Roosevelt. El titular se llevó 379 votos electorales y el 49,2% del voto popular. Además, fue la última vez que un demócrata ganó en Kentucky, Virginia Occidental, Missouri, Tennesse, Louisiana o Arkansas, por lo menos a nivel nacional.
Para el año 2000, el apellido Bush volvió a la escena presidencial de la mano de George W. Bush, hijo del expresidente. Tras ganar la elección más reñida de la historia, la cual se decidió por 537 votos en Florida, enfrentó una dura contienda en su reelección. Luego de disfrutar de un pico histórico de popularidad debido a la respuesta por los atentados del 11 de septiembre, fue esa misma respuesta la que hizo que cayera en las encuestas para 2004.
La Guerra contra el Terrorismo y la Guerra de Irak pesaron sobre el republicano, mientras que el nominado demócrata, John Kerry, fue atacado por sus cambios de postura en diversos temas. Esta característica fue la base para uno de los anuncios más virales de aquel ciclo electoral. El día de la elección, el por entonces mandatario se impuso con 286 votos electorales, contra los 251 de su rival. Ohio y Iowa fueron los estados encargados de decidir la elección en favor de Bush, que expandió su margen de victoria con respecto al 2000. Además, esta fue la última vez que un republicano se impuso en el voto popular.
Barack Obama se convirtió en el 2008 en el primer afroamericano en ser presidente los Estados Unidos. Debido a su desempeño económico, los republicanos estaban esperando la elección del 2012 con cuchillo y tenedor en mano. Lamentablemente para sus aspiraciones, Mitt Romney apenas logró superar el rendimiento de John McCain cuatro años antes. Aunque pudo recuperar Carolina del Norte e Indiana, no fue suficiente para derrotar a la compradora sonrisa del presidente.
De los nueve estados clave, Obama se impuso en ocho y logró 332 votos electorales, contra los 206 del republicano. Por su parte, se convirtió en el primer presidente en ganar la reelección con menos votos electorales y menor diferencia en el voto popular, comparado con su primera elección. Como dato curioso, los cuatro hombres que participaron en los tickets lograron cargos importantes después de la contienda. Biden, entonces vicepresidente, llegó al Salón Oval en 2020, Paul Ryan, entonces candidato a vicepresidente Romney, fue vocero de la Cámara de Representantes, mientras que el propio Romney llegó al Senado en 2018.
Donald Trump
El magnate es el último presidente del listado en no conseguir un segundo mandato. El 2020 fue un año atípico electoralmente hablando, dado que la pandemia del Coronavirus impactó en todos los comicios, desde los municipales hasta los nacionales. Se convirtió en el tema central. El día de las elecciones, Trump no pudo mantener tres estados clave para su improbable victoria del 2016, Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, lo que se sumó a las estrechas derrotas en Georgia y Arizona.
Al final del día, 74.000 votos entre los 155 millones emitidos lo separaron de una reelección exitosa. Esta cifra se desglosa en Nevada, Wisconsin, Georgia y Arizona, estados que perdió por 33.000, 20.000, 11.000, 10.000 votos, respectivamente.
Joe Biden se impuso con 306 votos electorales contra los 232 de su rival, devolviendo a los demócratas a la Casa Blanca. El discurso de vuelta a la normalidad logró torcer la balanza a su favor y se convirtió en el presidente de más edad en asumir el cargo. El voto por correo le permitió ser el presidente con más votos en la historia de los Estados Unidos, 81 millones, seguido por los 74 millones de Trump ese año (aunque no ganó) y por Obama, con 69,5 millones.
Hecho el repaso, un 50 % de los últimos presidentes lograron una reelección exitosa. Joe Biden espera aumentar ese porcentaje en 2024, año en el que podría volver a enfrentar a Trump, aunque Ron DeSantis, quien todavía no confirmó su candidatura, está al acecho de la nominación republicana.