Biden anuncia "una pausa temporal en las decisiones pendientes sobre exportaciones de GNL"

El presidente justifica su medida porque el cambio climático es "la amenaza existencial de nuestro tiempo" mientras asociaciones de energía alertan del coste de puestos de trabajo y de que perjudicará a los aliados.

Joe Biden anunció "una pausa temporal en las decisiones pendientes sobre exportaciones de gas natural licuado (GNL)", del que EEUU es el principal exportador mundial en estos momentos. El presidente justificó su decisión porque cree que su Administración debe hacer más en la lucha contra lo que él calificó como "la amenaza existencial de nuestro tiempo", destacando que "en todos los rincones del país y del mundo, la gente sufre las devastadoras consecuencias del cambio climático". Durante la moratoria, el Ejecutivo analizará "detenidamente las repercusiones de las exportaciones de GNL en los costes energéticos, la seguridad energética de Estados Unidos y nuestro medio ambiente".

El comunicado apunta que la paralización no afectará a "emergencias imprevistas e inmediatas de seguridad nacional". Algo en lo que abundó la secretaria de Estado de Energía, Jennifer Granholm, en una videoconferencia con los medios, donde apuntó que esta medida "no perjudicaría a los aliados", puesto que el plan vendrá con exenciones para la seguridad nacional en caso de que necesiten más GNL: "Estamos comprometidos a reforzar la seguridad energética aquí en Estados Unidos y con nuestros aliados".

Una prioridad para la Administración Biden "desde el primer día"

El presidente volvió a insistir en que la agenda climática ha sido prioritaria para su Administración "desde el primer día", por lo que embarcó al país "en una senda sin precedentes para hacer frente a la crisis climática dentro y fuera" de sus fronteras. Algo que ha procurado "asegurando la mayor inversión en clima de la historia del mundo, desbloqueando avances en energías limpias que impulsarán una economía limpia y crearán miles de puestos de trabajo, promoviendo la justicia medioambiental para todos y movilizando a los líderes mundiales para que abandonen los combustibles fósiles que ponen en peligro nuestro planeta y nuestra gente".

Además, Biden aprovechó para atacar a los republicanos, a quienes acusa de no atender a la urgencia de la situación cegados por sus "intereses particulares". El presidente aseguró que no cederá ante ellos para salvar al pueblo estadounidense de "un futuro peligroso".

Mientras los republicanos de MAGA niegan deliberadamente la urgencia de la crisis climática, condenando al pueblo estadounidense a un futuro peligroso, mi Administración no será complaciente. No cederemos ante los intereses especiales.

Argumentos de activistas medioambientales

En contraste con -y para realzarlo- el egoísmo conservador, Biden comenzó su comunicado con una enumeración típica de los activistas medioambientales izquierdistas combinando desastres naturales con personas desfavorecidas especialmente afectadas por el cambio climático:

En todos los rincones del país y del mundo, la gente está sufriendo las devastadoras consecuencias del cambio climático. Huracanes e inundaciones históricos que arrasan hogares, empresas y lugares de culto. Incendios forestales que destruyen barrios enteros y obligan a las familias a abandonar sus comunidades. Temperaturas récord que afectan a las vidas y los medios de subsistencia de millones de estadounidenses, especialmente los más vulnerables.

Para terminar, el presidente prometió un futuro radiante y espectacular -y, por supuesto verde- a los estadounidenses gracias a este tipo de medidas, tomadas tras escuchar las voces de " los jóvenes y de las comunidades de primera línea":

Prestaremos atención a los llamamientos de los jóvenes y de las comunidades de primera línea que utilizan sus voces para exigir medidas a quienes tienen el poder de actuar. Y, como siempre ha hecho Estados Unidos, convertiremos la crisis en oportunidad, creando empleos en energías limpias, mejorando la calidad de vida y construyendo un futuro más esperanzador para nuestros hijos.

Las industrias energéticas estadounidenses e internacionales alertan

El movimiento de Biden llega un día después de que una más de 30 asociaciones de la industria de los combustibles fósiles se unieran para denunciar "el tremendo error" de una iniciativa de este tipo, que costará miles de puestos de trabajo y debilitará a los aliados mientras incrementaría la influencia rusa en el mundo.

Estados Unidos es el líder mundial en producción de gas natural, satisface una demanda interna récord y se convertirá en el primer exportador de GNL en 2023. El abundante suministro de gas natural de nuestra nación es una herramienta geopolítica impactante, que ayuda a aislar a los consumidores estadounidenses de la creciente inestabilidad global, al tiempo que promueve los intereses nacionales estadounidenses y garantiza la seguridad energética de los aliados clave de Estados Unidos. Seguir adelante con una pausa en la aprobación de las exportaciones estadounidenses de GNL sólo reforzaría la influencia rusa y socavaría el propio compromiso del Presidente Biden de suministrar a nuestros aliados energía fiable, socavando la credibilidad estadounidense y amenazando los puestos de trabajo estadounidenses.

Un temor compartido por las asociaciones de energía Eurogas y Asia Natural Gas & Energy Association (ANGEA), según recoge Fox News, que insistieron en la importancia de estas exportaciones "para garantizar la reducción progresiva de la dependencia europea del gas natural ruso". Por su parte, la organización asiática esgrimió un argumento directo a la línea de flotación del objetivo de salvar el planeta de Biden: sin el GNL estadounidense, los objetivos de descarbonización de este continente son absolutamente inviables.