El senador Bernie Sanders presentó el miércoles un proyecto para reducir la semana laboral a 32 horas. El límite actual de 40 horas fue establecido hace más de 80 años, con la aprobación del Fair Labor Standards Act.
El texto de la Ley de la semana laboral de treinta y dos horas propuesta por el legislador de Vermont sostiene que la reducción de ocho horas semanales se producirá sin recortes salariales. Si se supera este límite, se cobrará más. Quienes trabajen más de ocho horas por día, recibirían una vez y media su tarifa regular. Si supera las doce, la tarifa será dos veces la normal.
"Piense en las enormes transiciones que hemos visto en la economía, pero en términos de semana laboral nada ha cambiado", dijo Sanders en una audiencia de la Comisión de Sanidad, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado (HELP, por sus siglas en inglés).
En el centro de la propuesta del senador hay dos ideas: desde que se regularon las 40 horas semanales se ha producido un aumento drástico de la productividad, que cifró en un 400%, pero los trabajadores no se han beneficiado de esta mejora. Las ganancias de esta revolución productiva, sostiene, han "ido directamente a la cima".
Disminuir las horas de trabajo sería un modo de redistribuir estos beneficios:
La pregunta que nos planteamos hoy es bastante sencilla: ¿seguimos con la tendencia de que la tecnología sólo beneficia a los de arriba, o exigimos que estos cambios transformadores beneficien también a los trabajadores?
Moving to a 32-hour workweek with no loss in pay is not radical. What's radical is that over $50 trillion in wealth has been redistributed from the bottom 90% to the top 1% over the past 50 years. It's time that the financial gains from new technology benefit workers, not the 1%. pic.twitter.com/l0sDSHWR7r
— Bernie Sanders (@SenSanders) March 14, 2024
Sanders también sostuvo que, en la actualidad, los estadounidenses superan con holgura las 40 horas establecidas por ley: "En la actualidad, el 18% de nuestra población activa trabaja más de 60 horas semanales y el 40% de los empleados en Estados Unidos trabaja al menos 50 horas semanales".
Críticas al plan
"¿Una semana laboral de 32 horas sin pérdida de salario? Mi equipo se ofrece como voluntario para probarlo", bromeó el senador Bill Cassidy durante la audiencia de la HELP. "Es dinero gratis".
Según el republicano, los empleados pagarán los costos de la reducción. También sostuvo que sería letal para algunos empleadores, que para intentar mantenerse a flote tendrían que acelerar la automatización, echando a parte de su plantilla, llevarse los puestos de trabajo al extranjero o aumentar los precios, avivando la inflación. "Sería echar napalm sobre el fuego de la inflación".
Recordó, asimismo, que la legislación federal permite que los negocios implementen "voluntariamente" una semana reducida. "No necesitamos imponer un mandado. Si un empleador piensa que es bueno para su negocio, que lo hace más competitivo, adelante".
Acusó al senador Sanders de promover una medida que "zancadillea a la economía americana" nada más que por fines electoralistas.
A 32 hour work week for 40 hours of pay is one more example of the federal government promising free money. Nothing is free. It would kill jobs and increase inflation. pic.twitter.com/FbhPxdhb1Q
— U.S. Senator Bill Cassidy, M.D. (@SenBillCassidy) March 14, 2024
"Deben ser las fuerzas del mercado las que determinen cómo distribuir los dividendos de la riqueza de la inteligencia artificial", dijo durante su intervención Roger King, consejero de empleo de la HR Policy Association. King sostuvo que la compensación y la productividad "se han seguido estrechamente durante muchas décadas". "La intervención gubernamental no es necesaria".
"Muchos artículos y estudios han llegado a la conclusión de que el aprecio y el apoyo de los empleados a la reducción de la semana laboral sólo dura un breve periodo de tiempo", sostuvo también entre otras consideraciones, según una transcripción del encuentro. Esta pérdida de popularidad se debe a los "problemas de moral, operativos y financieros" que afloran después de un tiempo, explicó.
Sostuvo que aunque los empleados exigen cada vez mayor flexibilidad, una semana de 32 horas no es necesariamente la respuesta:
Hoy en día, los trabajadores piden a sus empresas la mayor flexibilidad posible en cuanto a cuándo, dónde y cómo realizar el trabajo. Muchos empleados quieren trabajar a distancia o en situaciones híbridas y fijar su propio horario de trabajo. Buscan flexibilidad para tener más tiempo familiar, mayores oportunidades para participar en actividades sociales y académicas, y lograr un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
El debate luego trascendió la audiencia, provocando varios comentarios en redes sociales:
Es el equivalente político del niño que se presentó a presidente de la clase en primaria prometiendo que suprimiría los deberes y haría que todos los días fueran viernes de helado.
This is the policy equivalent of the kid who ran for class president in elementary school promising he would abolish homework and make every day ice cream Friday. https://t.co/g1ORCrVMx8
— Greg Price (@greg_price11) March 13, 2024
¿32 horas? ¿Por qué no sólo 5?
32 hours? Why not just 5? https://t.co/d2GKLynuhs
— Carol Roth (@caroljsroth) March 14, 2024
Soy empresario. Obligar a las empresas a pagar por menos productividad no conduce a mejores resultados para los trabajadores.
Se traduce en mayor inflación, dependencia de la automatización y menos puestos de trabajo. Como Bernie ha cobrado su sueldo de los contribuyentes durante 40 años, no sabría nada de esto.
I'm a business owner.
Forcing businesses to pay for less productivity doesn't lead to better outcomes for workers. It results in higher inflation, reliance on automation, and less jobs.
Since Bernie has taken a salary from taxpayers for 40 years, he would know nothing about… https://t.co/fGxXs2AA6v
— Michael Seifert (@realmichaelseif) March 13, 2024
El proyecto completo
BERNIE SANDERS - Proyecto para reducir el horario laboral by Santiago Adolfo Ospital on Scribd