Apple tendrá que pagar entre 310 millones de dólares y 500 millones de dólares a unos tres millones de usuarios de iPhone por el conocido como Batterygate. Este caso entró en proceso judicial en 2018, después de que saliese a la luz que la compañía fundada por Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne ralentizaba intencionadamente los dispositivos antiguos mediante la actualización del sistema operativo iOS.
La compañía de Cupertino llegó a afirmar que sí era cierto que ralentizaba los dispositivos, pero con el objetivo de que no sufriesen apagones repentinos. Esta decisión no fue comunicada a los usuarios de iPhone y comenzaron a surgir problemas en muchos celulares. Se interpretó como una estrategia de la Big Tech para que los consumidores adquiriesen nuevos iPhones y fue entonces cuando varios estados de Estados Unidos comenzaron a investigar y emprendieron acciones legales colectivas contra Apple.
Según informa el sitio web especializado en tecnología Gizmodo, Apple asumió su culpabilidad y aceptó pagar a los clientes perjudicados. De este modo, la Justicia resuelve un litigio que duró más de cinco años.