Penguin Random pasa la obra de Roald Dahl por la censura woke

Ya no habrá niños "gordos", ni personajes "blancos" o "negros". Los Umpa Lumpa ya no serán hombrecillos, sino "pequeñas personas"

La palabra "gordo" ya no existe. Tampoco "blanco" o "negro", ni "atractivo" o "femenino". O así es por lo menos en las últimas ediciones de la obra de Roald Dahl, publicadas por la editorial Publisher Puffin. La empresa contrató a un equipo de "editores de sensibilidad" en 2020, para que depuraran los clásicos infantiles de lenguaje "ofensivo", según una investigación del medio británico The Telegraph. El resultado de ese amplio trabajo de censura es cientos de cambios para evitar o suavizar lenguaje vinculado a la salud mental, el género, el peso y la raza.

La editorial es parte de Penguin Random House, empresa con sede central en Nueva York, que opera en más de veinte países. Un vocal de la Roald Dahl Company, que colaboró con Puffin, defendió los cambios:

Cuando se reimprimen libros escritos hace años, no es inusual revisar el lenguaje, además de actualizar otros detalles como la portada. Todos los cambios fueron pequeños y considerados con mucho detenimiento.

Cambiar "las maravillosas palabras de Roald Dahl"

Aunque las ediciones han sido producidas por la filial británica de la multinacional, pueden ser fácilmente adquiridas en Estados Unidos. Incluso en Amazon. Quienes lo hagan, serán advertidos ya en las primeras páginas de estas alteraciones:

Las palabras importan. Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes e introducirte a los personajes más maravillosos. Este libro fue escrito hace muchos años, así que regularmente revisamos el lenguaje para asegurarnos que pueda seguir siendo disfrutado hoy.

En Charlie y la fábrica de chocolate, por ejemplo, se ha eliminado el género de los Umpa Lumpa. Han pasado de ser "pequeños hombres" a "pequeñas personas". En Matilda, la "gran cara de caballo" de Tronchatoro ahora es solo una "cara".

Reescritura de los libros

La reescritura e incluso la prohibición de libros para niños es un fenómeno creciente globalmente y en Norteamérica, como informó la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos el año pasado. El intento de prohibir cerca de 2000 libros en 2022 marcó el récord más alto de los últimos 20 años, cuando la organización comenzó la medición.

Entre los casos más polémicos se encuentra la eliminación de la currícula escolar de la novela gráfica Maus, por parte de una Junta Escolar de Tennessee. El texto que cuenta cómo los padres del autor sobrevivieron al Holocausto fue vedado por tener insultos y aparecer desnudos, sin considerar que sea un cómic protagonizado por ratones.