Obligan a Texas a remover el muro flotante del Río Grande y Abbott amenaza con ir a la Corte Suprema

Según el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, el estado no utilizó los canales burocráticos adecuados cuando instaló la barrera en junio.

Texas deberá remover la barrera flotante que se instaló en Río Grande, con el objetivo de obligar a los inmigrantes ilegales a cruzar por otros pasos fronterizos. Con una votación de 2-1, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito confirmó el fallo inicial de septiembre, el cual ahora confirma que Greg Abbott deberá quitar la mencionada barrera, que tiene aproximadamente unos 1.000 pies.

Según la decisión del tribunal, el río es uno de tipo navegable, por lo que la barrera representa una "obstrucción" al paso. Por lo tanto, antes de construirla, el Lone Star State debió haber pedido permiso al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos.

El gobernador Abbott se expresó en contra de la decisión en su cuenta de X, anteriormente conocido como Twitter, donde incluso prometió llevar el caso hasta la Corte Suprema de Justicia (SCOTUS).

"La denegación del Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de la autoridad soberana de Texas para asegurar la frontera con barreras marinas flotantes es claramente errónea. El fiscal general Paxton y yo buscaremos una nueva audiencia inmediata por todo el tribunal. Iremos a SCOTUS si es necesario para proteger a Texas de las fronteras abiertas de Biden", redactó el republicano.

Inicialmente, Abbott ordenó el despliegue de la barrera como parte de la Operación Estrella Solitaria, la cual tenía como objetivo detener la inmigración ilegal a lo largo de la frontera, que cuenta con 1.200 millas. Para ello, se gastó unos 850.000 dólares en la barrera, constituida por una hilera de boyas separadas por hojas de sierra, que sostienen una red de malla sumergida diseñada para disuadir a los migrantes de cruzar el Río Grande.