Netanyahu llama a deportar a inmigrantes eritreos tras los disturbios en Tel Aviv: "Lo que pasó cruzó una línea roja"

Grupos a favor y en contra del Gobierno de Eritrea se enfrentaron en plena calle. Resultaron heridos cerca de 160 manifestantes y 60 policías.

La violencia tomó las calles de Tel Aviv, Israel, el sábado durante una manifestación en contra de un acto cultural celebrado por la Embajada de Eritrea. Cerca de 160 manifestantes y 60 policías resultaron heridos, de acuerdo a las autoridades locales.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció al día siguiente que pretende deportar a los inmigrantes que hayan participado de los disturbios. "Lo que pasó ayer cruzó una línea roja", dijo el primer ministro durante la reunión de emergencia con su equipo ministerial en que comunicó la intención de deportar a los manifestantes violentos. "Estos disturbios, el derramamiento de sangre, son cosas que no podemos tolerar".

También me gustaría que este foro preparara un plan completo y actualizado para repatriar a todos los infiltrados ilegales que quedan en el Estado de Israel; este es el objetivo de nuestra reunión de hoy.

La Policía notificó que había arrestado a 39 sospechosos. Entre sus posesiones encontraron "armas, gas lacrimógeno y pistolas eléctricas". BBC informó luego que se abrió una investigación para determinar si el uso de munición real por parte de las fuerzas del orden fue legítimo. Miembros de la policía testimoniaron al mismo medio que habían sentido que sus vidas corrieron peligro.

Grupos contra el régimen se dirigieron a la embajada eritrea en Tel Aviv, para mostrar su descontento con las celebraciones pro régimen programadas para esa jornada. "¿Por qué huimos de nuestro país? Por culpa de este dictador. ¿Por qué la policía israelí les dio permiso para celebrar a este dictador?", expresó su descontento uno de los manifestantes a Al Jazeera. Estos grupos en contra de Afwerki se encontraron con otros a favor y se enfrentaron en plena calle. Los disturbios se produjeron en el marco de la celebración de la independencia de Eritrea tras una guerra con Etiopía. En los 30 años que pasaron desde entonces un sólo hombre dirigió las riendas del país: Isaias Afwerki.

No es la primera vez que estas rememoraciones desde la diáspora terminan en violencia. Hace tres semanas en Toronto, Canadá, las autoridades cancelaron un fin de semana de celebraciones de la cultura eritrea debido a enfrentamientos que resultaron en nueve hospitalizados. Algo similar había ocurrido ya en Suecia y, según algunos reportes, en Seattle.