El escritor checo Milan Kundera murió este martes a los 94 años de edad. La información fue confirmada por Anna Mrazova, portavoz de la Biblioteca que lleva el nombre del autor de La insoportable levedad del ser, publicada en 1984. "Lamentablemente puedo confirmar que el señor Milan Kundera falleció ayer, martes, tras una prolongada enfermedad", dijo Mrazova a la Agence France-Presse.
El músico y escritor nació en Moravia, República Checa en 1929. Fue hijo del musicólogo y pianista Ludvik Kundera, quien ejerció como director de la Academia de Música de Brno hasta 1961. Milan Kundera estudió musicología y composición musical. Su esposa fue Vera Hrabankova, con quien se casó en 1967. En 1968, tras la invasión soviética a su país, sus obras fueron prohibidas.
"Lamentablemente puedo confirmar que el señor Milan Kundera falleció ayer (martes) tras una prolongada enfermedad", declara Anna Mrazova, portavoz de la Biblioteca que lleva el nombre del autor de "La insoportable levedad del ser" en su ciudad natal de Brno #AFP pic.twitter.com/bF8fzpjp9e
— Agence France-Presse (@AFPespanol) July 12, 2023
Milan Kundera, firme ante el comunismo
En 1968, se hizo con el Premio de la Unión de Escritores Checoslovacos. Fue expulsado del Partido Comunista en 1970 por relacionarse con otros escritores checoslovacos, como Pavel Kohout durante la Primavera de Praga. Luego, emigró a Francia y desde 1993 escribió sus obras en francés. Su primera obra fue La broma, una sátira del comunismo estalinista, que fue traducida a veintiún idiomas. En 1981 sus obras lo llevaron a recibir en Estados Unidos el Commonwealth Award. Y justamente en ese año le quitaron la nacionalidad checoslovaca por la publicación de su novela El libro de la risa y el olvido. En el año 1982 recibió el Premio Europa de Literatura.
Kundera fue un firme crítico del comunismo. Y uno de sus últimos reconocimientos lo recibió el 21 de septiembre de 2020, cuando le fue otorgado el Premio Franz Kafka. El jurado resaltó que su obra es gran contribución a la cultura occidental. A pesar de su exilio, se mantuvo conectado con su país y una demostración de ellos es que en 2020 decidió donarle su biblioteca y archivo.
