China pierde población por segundo año consecutivo. En 2023, las muertes superaron con creces a los nacimientos en el interior del gigante asiático. En concreto, en 2023, China perdió dos millones de habitantes.
Son las consecuencias de un séptimo año de descenso del número de nacimientos que junto a una mayor mortandad después de las epidemias del covid han causado este efecto. Y es que los fallecimientos aumentaron de 690.000 hasta alcanzar los 11,1 millones, una prueba del envejecimiento de la población china.
Por otro lado, el número de nacimientos decrece hasta los 540.000 anuales, lo que viene a ser una bajada por tercer año consecutivo. Los 9 millones de bebés nacidos en 2023 eran menos de la mitad del total en 2016. Todas las cifras son estimaciones basadas en encuestas y no incluyen a las islas de Hong Kong y Macao.
Política de hijo único
Pese a que la Administración estatal relajase su política de hijo único en 2015, activa desde el comienzo de los años 80, no ha logrado revertir este efecto de decrecimiento poblacional. Sin embargo, las tendencias actuales de la población china muestran que los ciudadanos cada vez se casan más tarde o se quedan solteros.
Añadido a esto, en los mayores núcleos urbanos de China, los costes de la educación relacionados con tener un hijo son cada vez mayores, debido a un sistema educativo demasiado competitivo. De acuerdo con las estimaciones que la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái ofreció a AP, se cree que en 2050, el 30% de la población china tendrá 65 años o más.
Con las variaciones registradas en 2023, la población china se queda en los 1.400 millones de habitantes para este comienzo del 2024, siempre según los datos de las agencias gubernamentales chinas. El nuevo balance propicio la caída del China al segundo puesto en el ranking mundial de número de población y por primera vez la India pasó a encabezar la lista de los países más poblados del mundo.
La pérdida de población en China podría tener efectos negativos para su economía, que ya desde mediados de la década pasada entró en fase de estancamiento. El Gobierno chino pretende por esto llevar a cabo un proceso de reconversión social así como intenta revertir la baja natalidad por medio de políticas de incentivo de la natalidad mediante subvenciones al segundo y tercer hijo de una pareja.
