Europa endurece sus políticas migratorias

Francia aprobó esta semana una nueva ley de inmigración que reduce las ayudas sociales a migrantes y la UE cierra un nuevo pacto para migración y asilo.

El Senado y la Asamblea Nacional en Francia aprobaron este martes su nuevo proyecto de ley para la inmigración. Tras llegar el Gobierno y sus socios a una acuerdo con las derechas, logró una mayoría más que suficiente en ambas cámaras para aprobar el texto, que se someterá ahora a un minucioso examen del Consejo Constitucional a instancia de la izquierda.

La nueva ley Darmanin, que lleva el nombre del ministro del Interior macronista, llega después de años de desvaríos e incidentes relacionados con la inmigración masiva que llega desde el Magreb et el África subsahariana. Si el Gobierno de Macron tenía la intención de reformar su sistema de gestión de la inmigración desde la reelección presidencial en 2022, los sucesos violentos del verano de 2023 y los atentados de Annecy y Arras supusieron un punto de inflexión para el Ejecutivo, puesto contra las cuerdas por la derecha y un creciente sentimiento antimigratorio en la población.

Retirada de la nacionalidad y fin del ius solis 

La nueva ley prevé endurecer las políticas para la migración del país. Serás más complicado regularizar la situación de estancia en Francia, además de que se endurecen las condiciones para acceder a ayudas sociales siendo un inmigrante. Francia es un país en el que la seguridad social prevé muchas ayudas en función de los recursos económicos del solicitante. Los extranjeros tienen derecho a muchas de estas ayudas, algo que, de acuerdo con lo que denuncian el Rassemblement National y Reconquête, incentiva gravemente la llegada masiva de inmigrantes.

Entre otras medidas, la nueva ley permitirá a la Administración francesa despojar a un ciudadano de su nacionalidad en caso de que este disponga ya de otra y que sea condenado por delitos graves de homicidio o contra las autoridades. También se pone fin al principio de ius solis por el que la nacionalidad francesa se le otorga a todo individuo nacido dentro del país, incluso de padres extranjeros. Con la nueva ley, será necesario un procedimiento para aplicar a la nacionalidad cuando el individuo cumpla los 16 años. En caos de ser condenado por algún crimen, optar a la nacionalidad es imposible.

Para prestaciones como los subsidios familiares, el derecho exigible a la vivienda o el subsidio de autonomía personalizada, se establece el requisito de estancia legal en el país cinco años para los extranjeros que no trabajan, pero de 30 meses para los demás.

La Unión Europea reforma su legislación sobre migración y asilo

Desde Bruselas, los Gobiernos de los 27 países miembro y sus disputados en el Parlamento Europeo llegaron a un pacto para promover una nueva legislación en materia de migración y asilo. La cuestión crea tensión gravemente la relación entre los países de la Unión Europea. Muchos de ellos, como España, Francia, Italia o Grecia, aseguran desde hace años cargar con mucha más carga migratoria. La Unión de países es uno de los destinos predilectos de los migrantes de todo el mundo.

"La migración fue la primera preocupación para los ciudadanos de la UE en las elecciones de 2019. Llegar a un acuerdo sobre este paquete antes de fin de año es un gran éxito", sostuvo la presidenta del Parlamento europeo, Roberta Metsola, al anunciar el pacto. Si todo avanza, lo acordado entre los países prevé un sistema de solidaridad obligatoria con los países que más carga migratoria sufren. Los Estados miembros podrán elegir entre reubicar a los solicitantes de asilo en su territorio o realizar contribuciones financieras para aquellos países que sí acojan a migrantes.

Junto a esto, la Unión Europea prevé respuestas más eficaces a la instrumentalización de los flujos migratorios por parte de Gobiernos los usen como armas contra la Unión Europea, tal y como sucedió entre Bielorrusia y Polonia, España y Marruecos o Turquía y Grecia. Se mejoran los procesos de identificación de los migrantes, que deberán someterse a un control por imagen facial y huellas dactilares, incluidos niños a partir de 6 años. También se recrudecen los controles sanitarios y de seguridad para aquellos que quieran entrar en la Unión Europea.