Harvard desoyó voluntariamente las preocupaciones por el antisemitismo en el campus, revela un informe
"La verdad, nos hemos sentido desamparados", le dijo un estudiante judío de Harvard a Voz Media.
Un explosivo informe revela que la Universidad de Harvard desoyó voluntariamente las preocupaciones por el creciente antisemitismo elevadas por, no solo los estudiantes judíos, sino por un grupo asesor creado por la misma universidad para abordar el problema.
A finales de octubre, luego de la masacre contra judíos del 7 de octubre en Israel y luego de que ocurrieran varios incidentes antisemitas en el campus de la Universidad, la entonces presidente Claudine Gay anunció la formación de un grupo asesor sobre antisemitismo compuesto por ocho miembros del profesorado de Harvard, antiguos alumnos y un representante estudiantil. El propósito del grupo era "desarrollar una estrategia sólida para hacer frente al antisemitismo en el campus".
El grupo empezó a elevar preocupaciones y a proponer medidas que —según revela un reporte publicado este jueves por el Comité de Educación del Congreso, liderado por los republicano—, la Universidad desoyó.
"El informe dibuja un panorama de una administración desbordada e indecisa, que no aplicó las normas universitarias a los manifestantes antisemitas", se lee en un artículo del Wall Street Journal al respecto.
Entre las exigencias del grupo asesor estaban la de que la Universidad catalogara como llamados antisemitas los cánticos de "¡Desde el río hasta el mar!" e "¡Intifada!". De acuerdo con el grupo, estas consignas llamaban a la eliminación, por la vía de la violencia, del Estado de Israel.
También, el grupo asesor le pidió a la presidente Gay que expulsara y prohibiera las manifestaciones de encapuchados dentro de la Universidad y que prohibiera que profesores o miembros del staff de la institución presionaran a los estudiantes para que se involucraran con las protestas antisemitas. La universidad no actuó y, en consecuencia, varios miembros del grupo amenazaron con renunciar.
Luego de la amenaza, Gay, quien desestimó las posibles renuncias, publicó un comunicado, el pasado 9 de noviembre, condenando el cántico "¡Desde el río hasta el mar!". Entonces, juró abordar el resto de las preocupaciones, pero no hizo mucho más.
Paralelo al desenvolvimiento del grupo asesor, los estudiantes pro-Hamás y los manifestantes se siguieron coordinando con libertad. En octubre, un Comité de estudiantes de Solidaridad Palestina publicó un comunicado, junto a varias organizaciones estudiantiles, diciendo que "Israel es responsable de la violencia".
La carta no fue condenada en su momento por Claudine Gay.
Sin consulta previa
Pese a que Gay creó al grupo asesor precisamente para que le dieran un acompañamiento en resolver las preocupaciones sobre el creciente antisemitismo, el informe publicado por el Comité de Educación revela que la presidente de Harvard no consultó al grupo antes de su audiencia ante el Congreso.
Al grupo asesor no solo le molestó eso, sino que Gay no reconociera en la audiencia el creciente antisemitismo en el campus, que la Universidad no había podido detener.
Luego de la audiencia, reporta el Wall Street Journal, uno de los miembros del grupo asesor, el rabino David Wolpe, profesor en la universidad, renunció. En su carta, dijo: "Tanto los acontecimientos en el campus como el testimonio dolorosamente inadecuado reforzaron la idea de que no puedo marcar la diferencia que esperaba".
Por otra parte, "como el grupo asesor consideraba que algunos miembros de la comunidad de Harvard y fuera de ella negaban que el acoso antisemita en el campus fuera un problema generalizado, pidió a la escuela que revelara el número de denuncias que había recibido relacionadas con el antisemitismo". La Universidad jamás publicó la información, pese al compromiso de hacerlo.
Entre las otras recomendaciones que hizo el grupo asesor y que fueron desoídas, están la de "crear una política de tolerancia cero para las interrupciones de las clases; la revisión del rigor académico de las clases que el grupo considera que tienen contenido antisemita; el aumento de la diversidad intelectual en el campus y la investigación de posible influencia de 'dinero oscuro' proveniente de Irán o Qatar", se lee en el Wall Street Journal.
Nada de esto encontró eco en las autoridades de la universidad.
Un grito al vacío
Un estudiante judío de la Universidad, que pidió que no se le reconociera en este artículo, le dijo a Voz Media que tuvo contacto fluido con el grupo asesor durante el invierno del año pasado. Para el estudiante, el grupo asesor siempre fue receptivo de las recomendaciones y preocupaciones de los jóvenes judíos que eran acosados en el campus.
"Nos escuchaban. Nos decían que la presidente Gay había creado el grupo para que les planteáramos nuestras preocupaciones y pudieran ser resueltas. En un principio sonaban entusiasmados y con expectativas de que hubiera soluciones claras. Poco a poco fue cambiando el tono. Luego era evidente que ellos estaban tan frustrados como nosotros", dijo a Voz Media.
"La verdad, nos hemos sentido desamparados. Afortunadamente a mí no me ha ocurrido nada, pero el ambiente es tenso. Muchos se sienten con impunidad para llamar abiertamente a la muerte de gente que también hace vida en el campus. Esperemos que las cosas cambien", agregó el estudiante, haciendo referencia a la salida de Claudine Gay como presidente de Harvard, quien renunció en enero de este año luego de varias polémicas.