McGonigal, investigador clave de la colusión rusa de Trump, condenado a más de cuatro años de prisión por colaborar con un oligarca ruso
El exagente del FBI además deberá pagar una multa de $40.000, renunciar a $17.500 y deberá pasar tres años en libertad vigilada.
El exresponsable de contrainteligencia del FBI en Nueva York, Charles McGonigal, fue condenado a 50 meses de prisión por aceptar pagos secretos de un oligarca ruso sancionado y aliado del Presidente ruso Vladimir Putin. El exagente de inteligencia, clave en la investigación del Bureau sobre la presunta "colusión rusa" de Donald Trump, deberá, además, pagar una multa de 40.000 dólares, renunciar a 17.500 dólares y afrontará tres años de libertad vigilada.
McGonigal se había declarado culpable en agosto
El pasado agosto, McGonigal se declaró culpable en Nueva York de conspirar para violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional. El exagente reconoció haber colaborado con el magnate ruso Oleg Deripaska a investigar a un oligarca rival y de blanqueo de capitales para ocultar el origen del dinero recibido como pago por sus servicios. Según destaca el Departamento de Justicia en un comunicado, "agentes del FBI de la misma división que McGonigal solía dirigir frustraron su plan tras sólo unos meses de operación".
El fiscal federal Damian Williams se expresó con contundencia tras conocer el fallo, lamentando que el condenado "violó la confianza que el país depositó en él" y que pusiera en peligro la seguridad nacional una vez abandonó la agencia.
Pendiente de la condena de un segundo caso en Washington
Además, McGonigal se declaró culpable el pasado septiembre de un segundo caso en Washington. En esta ocasión, el exagente reconoció que ocultó pagos en efectivo por valor de 225.000 dólares de manos de un antigo empleado de la inteligencia albana a cambio de sus servicios, cuando aún trabajaba para el FBI. Asimismo, admitió que engañó a sus responsables en la agencia al no revelar exactamente sus viajes y sus contactos con agentes extranjeros. Podría enfrentarse a una pena máxima de cinco años y una multa de hasta 250.000 dólares.
Durante su periodo como jefe de la Sección de Cibercrimen en la sede del FBI en Washington, McGonigal fue uno de los primeros oficiales de la agencia en tener conocimiento de que el asesor de la campaña de Trump de 2016 George Papadopoulos presumía de saber que los rusos tenían información para ensuciar el nombre de la entonces candidata demócrata Hillary Clinton. Esta información fue clave para que el Bureau lanzase la operación Crossfire Hurricane, para investigar si el equipo del ex presidente trabajó "a sabiendas o no" con Rusia para interferir en las presidenciales de ese año. El trabajo del fiscal especial Robert Mueller concluyó que no existen pruebas de que el magnate y su entorno trabajaran de maner criminal junto a Moscú para influir en el resultado electoral.