En un intento por asegurar la frontera y evitar el cruce de inmigrantes ilegales, el contrabando de drogas y otros comportamientos delictivos, el gobernador de Texas, Greg Abbott, inició la instalación de una barrera flotante con boyas en el Río Grande.

El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) explicó que las boyas llegaron el pasado viernes y que ese mismo día decidieron iniciar con la instalación.

El proyecto inició cerca de Eagle Pass, debido a que en el último año se ha convertido en un importante punto para los cruces fronterizos ilegales. Sin embargo, la barrera se puede extender e incluso mover si así se requiere.

“Podemos colocar milla tras milla tras milla de estas boyas”, informó el gobernador durante la conferencia de prensa en la que anunció su plan de la barrera flotante.

¿Cómo funciona la barrera?

La barrera estará compuesta por boyas gigantes que miden entre cuatro y seis pies de altura y tendrán correas por debajo que evitarán que las personas puedan nadar debajo de ellas, según reportes.

“Esto es para disuadir (a los migrantes) incluso de meterse en el agua”, dijo el director del DPS, Steven McCraw. “Operadores especiales, operadores tácticos y especialistas en control de fronteras lo han probado varias veces y, debido al agua y a su flotabilidad, es muy difícil atravesarlo y muy difícil cruzarlo”, agregó.

La operación Lone Star

La barrera flotante forma parte de un esfuerzo que se está realizando junto a varias agencias para detectar y controlar los comportamientos delictivos en la frontera entre México y Estados Unidos.

Según la oficina del gobernador de Texas, la operación ya ha logrado detener a más de 380 mil inmigrantes ilegales, además de 30 mil delincuentes, más de 28.500 por delitos graves. Las autoridades también han incautado más de 421 millones de dosis letales de fentanilo.