Oposición y Gobierno se atrincheran en sus posturas y profundizan la crisis en Georgia
Desde el pasado jueves, los movimientos europeístas del país están en movilización contra el partido en el poder, que pospuso los procesos de adhesión a la UE en un gesto de acercamiento a Moscú.
La situación política en Georgia no pierde en intensidad después de que la presidenta del país, Salomé Zurabishvili - europeísta-, anunciara que las movilizaciones no van a parar. Frente a la oposición, un Ejecutivo que acaba de volver a ganar las elecciones y que anunció que pondrá en pausa hasta el 2030 los procesos de adhesión a la Unión Europea.
"Otra impresionante noche en la que los georgianos defendieron firmemente su Constitución y su elección europea", escribió en la red social X, donde compartió imágenes de las protestas de la víspera.
"La determinación en las calles no da muestras de parar", aseguró la presidenta, que tiene poderes muy limitados y está en ruptura con el gobierno.
El partido Sueño Georgiano, en el poder desde 2012 y acusado por sus detractores de deriva autoritaria prorrusa, decidió la semana pasada aplazar a 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea, lo que desencadenó protestas masivas en su contra, pese a que sostiene que quiere que el país integre el bloque para 2030.
La adhesión al bloque europeo figura en la Constitución del país, de 11 millones de habitantes.
Georgia está sumida en una crisis política desde que Sueño Georgiano proclamó su victoria en las elecciones legislativas a finales de octubre. La oposición y la presidenta afirman que en los comicios se cometió fraude.
224 detenidos y 113 policías heridos
De acuerdo con los datos de Civil Georgia, las autoridades dependientes del Ministerio del Interior han detenido a 224 manifestantes desde que las protestas comenzaran el pasado jueves. En paralelo, habría algo más de un centenar de policías heridos en los enfrentamientos con los opositores.
De acuerdo con AFP, el Ministerio del Interior tan solo declaró que 21 policías fueron heridos en las protestas y altercados de la víspera. Medios nacionales reportaron el lunes huelgas en escuelas y empresas. Universidades y escuelas "expresan su solidaridad con los manifestantes en todas partes de Georgia", celebró la presidenta Zurabishvili.
Durante las protestas, la multitud coreó eslóganes hostiles a Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el lunes que el gobierno georgiano trataba de "recuperar la calma".
También estableció un paralelismo con la revolución del euromaidán en Ucrania en 2014, una comparación muy presente en los medios de comunicación oficiales rusos.
Georgia, a orillas del mar Negro, está todavía muy marcada por la invasión rusa en una breve guerra en 2008 y por la amenaza de una nueva ofensiva, como la de Ucrania.
La exrepública soviética obtuvo el estatus de candidato a integrar la UE en diciembre de 2023 pero el proceso fue congelado por Bruselas, que acusa al Ejecutivo georgiano de adoptar medidas que socavan la democracia.
El Gobierno descarta convocar nuevas elecciones
Antes las manifestaciones masivas, el Gobierno del primer ministro Irakli Kobajidze anunció que se mantendrá firme y que no habrá nuevos comicios electorales. Las pasadas elecciones, aunque impugnadas por la oposición, recibieron le visto bueno de las autoridades electorales y de los observadores internacionales, entre ellos los de la Unión Europea.
"Por supuesto que no", respondió el primer ministro, Irakli Kobajidze, a los periodistas al ser preguntado sobre si el gobierno, acusado de deriva autoritaria prorrusa, aceptaría organizar nuevas elecciones.
En este contexto, la presidenta Zurabishvili aseguró que se mantendría en el cargo "hasta que no haya nuevas elecciones", pese que a su mandato termina a finales de diciembre.
"Hasta que no haya nuevas elecciones y que un Parlamento elija a un nuevo presidente según nuevas reglas, mi mandato continuará", afirmó la presidenta en una entrevista exclusiva a AFP.