El régimen de Nicolás Maduro le retira la invitación a la Unión Europea como observadora de las próximas "elecciones"
Sin la Unión como observadora, queda limitada la posibilidad de que factores independientes internacionales puedan auditar una elección sobre la que hay altísimas sospechas de fraude.
El régimen de Nicolás Maduro le retiró la invitación a la Unión Europea para observar las elecciones presidenciales pautadas para el próximo 28 de julio en Venezuela.
Pese a que hace poco más de 10 días la Unión Europea decidió levantarle las sanciones a varios funcionarios del Consejo Nacional Electoral —entre ellos su presidente, el chavista Elvis Amoroso—, como un gesto ante las elecciones, fue el mismo Amoroso quien anunció este 28 de mayo el desplante.
"El Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela revoca y deja sin efecto la invitación que envió a la Unión Europea para que participe, a través de una misión de veeduría electoral, en las elecciones para el cargo de presidente", dijo Amoroso en una declaración a los medios.
El argumento para desinvitar a los europeos, dijo Amoroso, es que, aunque recientemente le levantaron la sanción que había en su contra, la Unión mantiene el resto de sanciones contra Venezuela.
"Este 13 de mayo, la Unión Europea, en su posición histórica colonialista, ratificó las sanciones coercitivas unilaterales y genocidas dictadas al digno pueblo de Venezuela", dijo Amoroso.
Inmediatamente luego de que los europeos le levantaran las sanciones a los funcionarios del CNE a mediados de este mes, el presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, salió a atacar la medida y, entonces anunció que le pediría a Amoroso que le revoque la invitación a la Unión Europea.
En la tarde de este 28 de mayo la Unión Europea reaccionó a la decisión de Amoroso y, en un comunicado, le pidió al régimen de Nicolás Maduro que "reconsidere" la decisión.
"La Unión Europea lamenta profundamente la decisión unilateral del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de retirar su invitación (...) hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral a reconsiderar su decisión", se lee en el comunicado.
Sin la Unión Europea como observadora de las elecciones, queda limitada la posibilidad de que factores independientes internacionales puedan auditar una elección sobre la que hay altísimas sospechas de fraude, como ya ha hecho el régimen de Nicolás Maduro en el pasado.
Por ahora, el Centro Carter es la única institución de considerable relevancia internacional que tendría presencia el 28 de julio. No obstante, el mismo Centro Carter ha sido cuestionado por su papel de veedor en el pasado. Asimismo, la veeduría sería bastante limitada.
La decisión contra la Unión Europea se enmarca dentro de un ambiente de peligrosa represión en Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro ha emprendido una fuerte oleada de persecución contra su principal adversario político, el movimiento liderado por María Corina Machado.
Al día de hoy Machado lidera a la oposición y emprende una gira por toda Venezuela en torno al candidato opositor que logró inscribirse para las elecciones, el diplomático Edmundo González Urrutia.