El Salvador de Bukele asegura haber eliminado "todo uso o rastro" de la ideología de género en las escuelas públicas

El ministro de Educación de El Salvador, José Mauricio Pineda, confirmó esta semana que "todo uso o todo rastro de la ideología de género" ha sido erradicado de las escuelas públicas del país.

Pineda respaldó así los dichos de la cartera que encabeza, que días antes había desmentido una publicación en redes sociales que difundía imágenes de supuestos materiales con "pruebas de la ideología de género que está confundiendo a nuestra niñez, con el aval del Gobierno", según la cuenta denunciante.

El Ministerio de Educación afirmó que "estos contenidos han sido expulsados de guías, libros y demás materiales educativos que fueron hechos y difundidos por gestiones anteriores". Además, proveyó un número de teléfono para que los padres denuncien el uso de este tipo de materiales en las aulas, a las que sus hijos retornaron a principios de febrero.

En un memorando recogido por el periódico local La Prensa, el ministro recordó a los integrantes del sistema educativo público que el Gobierno lleva rechazando la ideología de género en la enseñanza desde 2022. Además, los llamó a cumplir los lineamientos oficiales "a fin de evitar medidas sancionatorias que puedan derivar en el cese de funciones" y también:

"Nos hacen pagar para que (nuestros hijos) tengan una educación contraria a la naturaleza, contraria a Dios, contraria a la familia"

"Nosotros confiamos en nuestros hijos, que son lo que más vale para nosotros, al sistema educativo para que les enseñe biología matemática, cosas importantes, y luego vienen y quieren meterles ideologías, meterles cosas contrarias a la naturaleza", había dicho el presidente salvadoreño Nayib Bukele durante una conversación con la fundadora de Moms For Liberty, Catalina Stubbe.

Preguntado qué hacía en su país, el mandatario recientemente reelecto respondió que, simplemente, "no permitimos esas ideologías en las escuelas y colegios". Aseguró además que la solución no pasaba simplemente por limpiar el currículo, sino que los padres debían estar informados y poder decidir sobre la educación de sus hijos.

"Nos hacen pagar para que tengan una educación contraria a la naturaleza, contraria a Dios, contraria a la familia", sostuvo en el marco de su participación en CPAC. "No es un plan así nomás, que (simplemente) pasa: es un plan premeditado para destruir a la futura generación".