El Inter resiste el asedio de Lamine Yamal y un Barça desatado en un 3-3 antológico

El FC Barcelona y el Inter de Milán empataron 3-3 por la ida de las semifinales de la UEFA Champions League en un partido antológico, cargado de tensión y dramatismo, donde ambos conjuntos tuvieron pasajes de dominio y figuras destacadas, dejando todo servido para la vuelta la próxima semana en el Estadio Giuseppe Meazza, de la ciudad de Milán.

Con Lamine Yamal como estandarte y figura, el equipo culé dominó y sometió al Inter de Inzaghi por largos tramos del partido, obligando a la defensa neroazurra a replegar a treinta metros del suizo Sommer, quien se erigió como una de los grandes destacados del encuentro. Sin embargo, fueron los italianos, configurados en un 3-5-2, los que lograron explotar en primera instancia las debilidades defensivas del equipo de Flick, especialmente desde el carril del neerlandés Denzel Dumfries, quien asistió al francés Marcus Thuram apenas iniciado el compromiso para 0-1 parcial.

El gol, específicamente, llegó a los 30 segundos. El Inter, fiel a su estilo, usó a Lautaro Martínez para pivotear en el centro del campo; dejando a Barella listo para lanzar a Dumfries. El lateral llegó a línea de fondo, lanzó un centro raso para Dimarco que fue despejado. El propio neerlandés cazó el rebote, volvió a meter la pelota al área y, esta vez, su envío fue anticipado por un taco delicado de Thuram, quien se anticipó a Iñigo Martínez y venció a Szczęsny.

El Barcelona buscó reaccionar rápidamente, a través de Lamine Yamal, quien aglutinó el juego por el sector izquierdo. El extremo español logró, en principio, generar peligro con un envío recto y firme para Ferran Torres, que tuvo el empate en el borde del área. 

Pero el Inter, aunque agazapado, estaba logrando controlar los embistes culés y romper líneas de presión, a través de la velocidad de Thuram y Dumfries.

A los 21', luego de que el Barça empezara a entrar en calor, los de Inzaghi lograron nuevamente plantarse en área culé, ganando un tiro de esquina en el sector izquierdo. Dimarco, quien la pasó muy mal con Yamal, lanzó un envío pasado que logró cabecear el veterano Francesco Acerbi, dejando servido el balón al propio Dumfries, quien remató con una pirueta en el área chica culé para poner a su equipo 0-2 adelante.

El asedio de Lamine Yamal

A partir de allí, Lamine Yamal, escudado por Pedri, lideraron un asedio impresionante ante un Inter que no tuvo de otra que resistir, resistir y resistir. 

El propio Yamal, con un eslalon sobrenatural y una defición imposible de imaginar, solo necesitó tres minutos para descontar el resultado y empezar a someter al equipo italiano por veinte minutos.

El Barça continuó su asedio, con Yamal yendo una y otra vez contra Dimarco, exigiendo a Sommer e incluso mandando un tiro contra el larguero. Pero fue Ferran Torres, reemplazante del polaco Robert Lewandowski, el que se encargó de igualar el cotejo a los 38' del primer tiempo, gracias a un pase a gol de Raphina con un testarazo tras centro de Pedri. El Barcelona no remontó de milagro en esos minutos finales, encontrándose una y otra vez con Sommer bajo palos.

La resurrección del Inter

En el segundo tiempo, todo cambió. El Inter de Milán, que lucía diezmado sin su capitán, Lautaro Martínez, reemplazado por lesión, encontró la forma de sobrevivir al infierno catalán. 

Bastoni, Acerbi y Bisseck sacaron a su equipo del fondo y, una vez más, Thuram, Barella y Dumfries lideraron los contraataques neroazurros hasta que el propio neerlandés, en otro saque de esquina, ganó la pulseada a su marcador para estampar el 3-2. 

El Inter, que se había visto superado, logró resistir las embestidas culé, que solo pudo generar peligro a través de Yamal, inatajable para Dimarco, Bastoni y Carlos Augusto. Penosamente para el Inter, un remate tremendo de Raphinha, con mucha fortuna, se estrelló en el palo, en la espalda de Sommer y besó la red para el 3-3 definitivo y final.

No obstante, el segundo tiempo estuvo lleno de incertidumbre hasta el final. Además de reponerse en el fondo, el Inter también generó ocasiones suficientes para llevarse el primer partido de la serie, sobre todo en un contraataque finiquitado magistralmente por Henrikh Mkhitaryán (el jugador que más corrió en el partido), que vio como el VAR detectó un fuera de juego milimétrico para salvar al Barça.

Yamal tuvo la suya, en el tramo final del partido, en otra ocasión que se estrelló por el larguero. El Inter, en cambio, tuvo que aguantar tras las salidas de Dumfries y Thuram, quienes habían llegado justos en lo físico al encuentro. 

Ahora, todo se definirá en Milán. Pero el Inter, que venía de tres derrotas consecutivas, perdiendo el liderato de la Serie A y quedando eliminado de Copa Italia, ha encontrado en Montjuïc su lugar para resucitar.