El zar del alcohol de Biden, el Dr. George Koob, aseguró recientemente que podría pedir que se creen nuevas y estrictas pautas sobre el consumo del alcohol. Lo hizo durante una entrevista en la que el también director del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA) afirmó que se estaba planteando solicitar que se cambiasen las recomendaciones de consumo de cerveza y pasasen de ser dos al día a únicamente recomendar consumir dos cervezas a la semana.
La idea, explicó al Daily Mail, le vino de la propuesta que está llevando a cabo Canadá. Él, que confesó al periódico que bebe dos copas de Chardonnay a la semana, afirmó que está siguiendo el "gran experimento" que está llevando a cabo el país de Trudeau con interés: "Si hay beneficios para la salud, creo que la gente comenzará a reevaluar dónde estamos".
La nación sigue habitualmente las pautas de consumo de alcohol vigentes. Estas recomiendan a los hombres consumir dos cervezas por día, mientras que las mujeres deben limitarse a una botella de cerveza, un vaso pequeño de vino o un trago de alcohol al día. Sin embargo, estas recomendaciones estadounidenses deben revisarse en 2025. Y ahí es donde se escuda el Dr. Koob para proponer limitar el consumo de alcohol a sólo dos vasos a la semana. Ya que, aseguró, es el mejor modelo a seguir: "Quiero decir, no van a subir, estoy bastante seguro [...] Entonces, si [las pautas de consumo de alcohol] van en cualquier dirección, sería hacia Canadá".
La salud, principal razón para limitar el consumo de alcohol
El experto asegura que el consumo excesivo de alcohol es malo para la salud. Justifica su afirmación en distintos estudios como el uno llevado a cabo en la Universidad de Oxford. Ese trabajo, recuerda el Daily Mail, aseguró que beber "cualquier cantidad de alcohol" podía provocar hasta sesenta enfermedades entre las que se incluyen la cirrosis hepática, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Por eso, aseguró el Dr. George Koob que era necesario que los estadounidenses limitasen al máximo el consumo de alcohol ya que, aseguró, "no había beneficios" en ello:
La mayoría de los beneficios que las personas atribuyen al alcohol sentimos que realmente tienen más que ver con lo que alguien está comiendo que con lo que está bebiendo, así que realmente tiene que ver con la dieta mediterránea, el estatus socioeconómico, que te hace capaz de pagar ese tipo de dieta y hacer tu propia comida fresca y así sucesivamente. Con esto en mente, la mayoría de los beneficios desaparecen en el lado de la salud.
El representante de Texas, Troy Nehls, abiertamente en contra del zar de la cerveza
La recomendación no ha sido bien recibida por gran parte de la sociedad estadounidense. Uno de los más críticos fue el representante republicano de Texas, Troy Nehls. Él, en declaraciones a Fox News Digital, aseguró que el zar no era quién para lanzar esa recomendación:
Los hombres ricos al norte de Richmond están recomendando una vez más lo que los estadounidenses trabajadores deben y no deben hacer. El zar de la cerveza de Biden no tiene por qué asesorar y orientar sobre el consumo de alcohol. Esto es lo que son los demócratas. Quieren controlar todos los aspectos de tu vida. ¿Dos cervezas a la semana? Qué broma. No olvidemos que JFK se hizo de 1.200 cigarros cubanos pocas horas antes de prohibir todos los productos cubanos de los Estados Unidos.
Una declaración similar emitió la vicepresidenta de ciencia y salud del Consejo de Licores Destilados, Amanda Berger. Ella criticó también la recomendación del Dr. Koob en un comunicado remitido al mismo medio:
Los comentarios del Dr. Koob que piden un cambio drástico en las recomendaciones federales sobre el alcohol antes de que comience la revisión de la investigación sobre el alcohol socavan el rigor científico y la objetividad de todo el proceso de las pautas dietéticas. Durante más de 30 años, la guía federal sobre el consumo de alcohol ha sido de no más de una bebida por día para las mujeres y dos bebidas por día para los hombres para aquellos que eligen beber. Es extremadamente alarmante e inapropiado que un funcionario federal predetermine el resultado de las pautas alimentarias y sugiera cambiar décadas de precedentes sin el beneficio de la revisión científica para respaldar un movimiento tan radical.
