Falta cada vez menos para que Javier Milei asuma como presidente de Argentina. El libertario recibirá el bastón presidencial el próximo 10 de diciembre de las manos de Alberto Fernández, iniciando una nueva era en el país sudamericano. Pese a que ya anunció buena parte de su plan de gestión, recientemente se refirió al rol que cumplirá la Secretaría de Comercio bajo su tutela.
En declaraciones radiales, Milei aseguró que el mencionado organismo “no va a existir en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos. No tiene por qué estar haciendo eso de regular precios, me parece una aberración. Todos los precios que pueda de la economía, los voy a liberar. Hay algunos que todavía no puedo por las características de las bombas que dejó plantadas el Gobierno”.
Pese a que algunos entendieron que la Secretaría de Comercio cerraría sus puertas, lo cierto es que el presidente electo se refirió a una reestructuración de sus funciones, entre las que no existirá la de controlar precios. El libertario se refirió muchas veces al tema e incluso prologó la última edición en español del libro de Robert Schuettinger y Eamonn Butler, titulado “4.000 años de controles de precios y salarios”.
“En definitiva, las políticas de controles de precios son dañosas porque no solo pospone en el tiempo las medidas efectivas para controlar la inflación, desorganiza la producción y la distribución, sino que además crean una fuerte división social y fomentan la puesta en marcha de restricciones que amenazan a la libertad política de los individuos”, redactó el entonces analista económico en 2015.
¿Cierre o reestructuración?
Según Diana Mondino, futura canciller de la administración del libertario, las funciones de comercio exterior que lleva adelante la Secretaría serán absorbidas por la Cancillería que ella misma se encargará de conducir.
Por lo tanto, no se cerraría el organismo como tal y no se pegarían carteles de clausura en la fachada de sus instalaciones.
La opinión de los expertos
Para Martín Litwak, abogado argentino especialista en planificaciones patrimoniales y autor del libro “Paraísos Fiscales e Infiernos Tributarios”, la decisión de Milei apunta hacia la dirección correcta.
“La mejor Secretaría de Comercio es la que no existe. Debería haber total libertad de los individuos y empresas para comercializar con empresas e individuos de su país o de otro país. Entonces, las funciones que está cumpliendo hoy la Secretaría de Comercio de limitar ese comercio, no son buenas”, le dijo a Voz Media.
Sin embargo, aclaró que todavía falta por ver qué funciones de la Secretaría permanecerán en vigencia. “Si se van a eliminar, nada que criticar. Si los permisos y restricciones que hoy existen se van a pasar al ámbito de otro ministerio y van a seguir más o menos iguales, no hay mucho para festejar”, añadió.
Eugenio Marí, economista jefe de la fundación Libertad y Progreso y antiguo asesor de la Secretaría de Comercio durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), conversó también con Voz Media y analizó el futuro de la mencionada agencia gubernamental.
“Milei dio un mensaje del rumbo que va a tomar su Gobierno. Cuando habla de cerrar la Secretaría de Comercio, creo que está intentando expresar que va a eliminar la parte que se encarga de los controles y fiscalización de precios. Ahí hay más de 10 programas distintitos, a través de los cuales el Gobierno Nacional fija, controla y regula precios. Todo eso no debería existir en una economía libre, por lo que es parte de las reformas que se vienen en Argentina”, expresó.
En cuanto al rol ideal de la Secretaría, Marí explicó que es importante que trabaje sobre defensa al consumidor, defensa de la competencia y lealtad comercial (garantizar las regulaciones mínimas de seguridad. Sin embargo, aclaró que estas funciones pueden o no estar dentro de las competencias de esta cartera.
“Que estas funciones existan o deban seguir existiendo, no significa necesariamente que tengan que estar bajo un organismo llamado Secretaría de Comercio, eso es casi anecdótico. Lo relevante es que los estados modernos llevan adelante estas prácticas, por lo que debe haber alguna entidad que las ejecute”, sentenció el economista.
