125 muertos tras una batalla campal en un partido de fútbol en Indonesia

Se trata de la segunda mayor tragedia en un estadio de fútbol, tras los 328 fallecidos en el Estadio Nacional de Lima en 1964.

125 personas han perdido la vida tras los incidentes ocurridos al término de un partido de fútbol en Indonesia. Al término del encuentro,  las aficiones de ambos equipos invadieron el campo, desatándose una durísima batalla campal. La intervención policial, con cargas y gases lacrimógenos terminó provocando una estampida hacia las puertas del estadio con un terrible resultado final. Estas cifras se actualizaron después de que las autoridades indonesias hablasen de 175 muertos.

Pocos recuerdan ahora que el origen  del drama del Kanjuruhan Stadium, fuera la derrota local (2-3) en el partido entre Arema FC y Persebaya Surabaya. Un encuentro entre dos  acérrimos rivales, que ni siquiera se jugaban nada, ya que deambulan por la zona media de la tabla de la Premier League de Indonesia. No importaban. En un estadio con capacidad para 38.000 personas se hacinaban 42.000, un primer indicio del desastre que acabaría sucediendo.

Hacinamiento, violencia, gases lacrimógenos

Nada más terminar el partido, unas 3.000 personas invadieron el terreno de juego. Unos para celebrar la victoria, mientras numerosos aficionados locales trataban de agredir a los jugadores de su equipo y a la hinchada rival. La policía intervino rápida y contundentemente, en una actuación que está siendo revisada por las autoridades del país a ser, para muchos expertos, la principal causa de la estampida que provocó la mayoría de los decesos por asfixia y aplastamiento en las puertas del estadio.

Desde el primer momento las imágenes que llegaron a las redes sociales demostraban la gravedad de los hechos, y enseguida se habló de más de 100 muertes. Unos datos que terminarían quedándose cortos.

La actuación policial, investigada

"Todos murieron por el caos, el hacinamiento, el pisoteo y la asfixia", explicó el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta. Por su parte, el presidente indonesio, Joko Widodo, ha expresado "sus más sentidas condolencias" y reclamó "una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de fútbol" y de "los procedimientos de seguridad para su celebración", así como una investigación para "averiguar a fondo" los sucesos en Malang.

Hace más de 50 años que no se vivía algo así en un estadio de fútbol. Tan sólo en una ocasión un partido terminó en una tragedia con más muertos. Ocurrió en 1964, en el Estadio Nacional de Lima cuando un Perú-Argentina dejó un macabro récord de 328 fallecidos.