Turquía retiró a su embajador en Israel el sábado. Sumándose a la tendencia de algunos países de Latinoamérica, la administración de Recep Tayyip Erdogan aseguró que el Estado Judío viene cometiendo "crimenes de guerra" contra Hamás, por lo que tomó esta decisión diplomática. Recientemente, Benjamin Netanyahu había retirado a su embajador en Ankara precisamente por la retórica del gobierno turco.
Turquía confirmó su posición a favor de los palestinos y de una solución de dos estados en la región. Previamente se había negado a declarar a Hamás como una organización terrorista.
"Una vez que todo esto que está sucediendo termine, queremos ver a Gaza como una región pacífica que sea parte de un Estado palestino independiente, en línea con las fronteras de 1967, con integridad territorial y con Jerusalén Este como su capital", expresó Erdoğan, según medios locales.
“Apoyaremos fórmulas que traigan paz y calma a la región. No apoyaremos planes que oscurecerán aún más las vidas de los palestinos, que los borrarán gradualmente del escenario de la historia”, continuó.
Apenas días atrás, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Eli Cohen, informó que su país decidió retirar a sus diplomáticos de Turquía, después de que el Gobierno de Ankara anunciara su intención de declarar a Israel como un “criminal de guerra”.
Cohen compartió incluso un comunicado a través de sus redes sociales ,informando que a raíz de las “graves declaraciones procedentes de Turquía”. El Estado judío ordenó el regreso de sus representantes en ese país para llevar a cabo una revaluación de las relaciones diplomáticas.
La decisión llega a horas de la visita a Ankara de Antony Blinken, secretario de Estado de Joe Biden. Tiene pautada una reunión con Erdogan para discutir la situación entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
