La Federación Nacional de Minoristas (NRF) reveló que el año pasado los robos representaron alrededor de dos tercios (65%) de las pérdidas económicas "desconocidas" de las empresas minoristas:
Los delitos, la violencia y los robos en el comercio minorista continúan afectando a la industria minorista a niveles sin precedentes. Los efectos de estos actos delictivos no se limitan a las grandes marcas nacionales ni a las grandes ciudades (...) El hurto, tanto interno como externo, representa casi dos tercios (65%) de la pérdida desconocida de los minoristas. Sin embargo, en algunos sectores el hurto puede representar más del 70% de la pérdida desconocida total.
Las "pérdidas desconocidas" abarcan varias formas de disminución de ingresos: "Medido como porcentaje de las ventas, el porcentaje de pérdida desconocida suele incluir pérdidas causadas por hurtos internos y externos, errores operativos o de proceso y errores sistémicos".
Los datos de la Encuesta Nacional sobre Seguridad en el Comercio Minorista 2023 desvelaron que en 2022 la tasa promedio de pérdida "desconocida" de los minoristas se incrementó al 1,6% (más de $112.000 millones) en comparación con el 1,4% que aumentó en 2021 ($93.900 millones):
La tasa promedio de pérdida en el año fiscal 2022 aumentó al 1,6%, frente al 1,4% en el año fiscal 2021. Cuando se toma como porcentaje de las ventas minoristas totales en 2022, esa reducción representa $112.100 millones en pérdidas.
NRF National Retail Security Survey 2023 by Veronica Silveri on Scribd
"Los minoristas están viendo niveles de robo sin precedentes"
Los robos externos representaron el 36% de las pérdidas, otro 29% se debió a los robos internos -de los empleados-. Un 27% tuvo como causa algunos "errores" cometidos por los comerciantes. El otro 7% se produjo debido a "causas desconocidas" y "otros factores".
El vicepresidente de Protección de Activos y Operaciones Minoristas de NRF, David Johnston, declaró:
Los minoristas están viendo niveles de robo sin precedentes junto con una criminalidad desenfrenada en sus tiendas, y la situación se está volviendo cada vez más grave (...) Mucho más allá del impacto financiero de estos crímenes, la violencia y las preocupaciones sobre la seguridad siguen siendo la prioridad para todos los minoristas, independientemente de su tamaño o categoría.
Muchos comercios minoristas han recurrido a medidas extremas para poder controlar la crisis de los robos y la delincuencia desatada. Casi la mitad (45%) de los que fueron encuestados expresó haber tenido que reducir la cantidad de tiendas y un 30% redujo o alteró la disponibilidad de productos en los establecimientos. Read Hayes, director del Consejo de Investigación de Prevención de Pérdidas indicó:
Los minoristas están poniendo a prueba e implementando una serie de prácticas de prevención de pérdidas para disuadir, prevenir y mitigar estas pérdidas sustanciales (...) Además de mejorar las medidas de seguridad tradicionales, muchos también están asignando recursos a tecnologías emergentes innovadoras para la prevención futura.
