Israel: un padre denuncia que Hamás pretendía vender la cabeza de su hijo asesinado
David Tahar pasó por los platós de Channel 14 y contó la historia de su hijo Adir, un soldado decapitado el 7 de octubre, y de quien los restos estaban en venta por $10.000.
(JALAA MAREY / AFP)
El padre de un soldado israelí asesinado por Hamás en los atentados del 7 de Octubre denunció esta semana que los terroristas pretendían vender la cabeza de su hijo decapitado. David Tahar, padre de Adir, lo contó así en un plató de Channel 14.
De acuerdo con David Tahar, los terroristas tenían la intención de vender la cabeza de su hijo por un precio aproximado de $10.000. Por este motivo, la cabeza del soldado estaba en un frigorífico para helados en la Franja de Gaza, a kilómetros del resto del cadáver.
Fue la intervención de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lo que frustró los planes de los terroristas. Durante un asalto a una vivienda en Gaza, elementos de las FDI encontraron la cabeza de Adir Tahar y tras un cotejo de pruebas, la identificaron para devolverla a Israel. Una intervención que David Tahar calificó como un "milagro".
De acuerdo con lo que relató Adir Tahar, la cabeza decapitada de un soldado israelí se convierte en una medalla o un trofeo para los terroristas palestinos de Hamás. Una práctica relativamente expandida en el islam político y militar, llevada a ejecución por ISIS o Al-Qaeda. Motivo por el cual puede obtener un buen precio en el mercado siniestro. Después de las masacres del 7 de octubre, los medios israelíes denuncian prácticas de barbarie por parte de Hamás contra la población civil y contra los militares que fueron asesinados en sus bases del sur de Israel.
Un caso mediático
David Tahar no desistió cuando las autoridades israelíes le dieron el cuerpo decapitado de su hijo. El padre insistió en buscar la cabeza de Adir hasta que en diciembre el Gobierno contactó con él después de encontrar la cabeza del soldado.
De acuerdo con Tahar, fue el Shin Bet quien le dijo que la cabeza de su hijo estaba en venta por $10.000. La agencia de inteligencia lo supo después de interrogar a dos terroristas de Hamás que por casualidad sabían dónde las tropas de las FDI podían tal vez encontrar la cabeza.
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