Francia emitió una orden de arresto internacional contra el presidente de Siria, Bashar al-Assad, por la utilización de armas químicas contra ciudadanos en su país.
La orden de captura es la resolución de una investigación penal -que inició en 2021- por los ataques ejecutados por las fuerzas gubernamentales sirias -en 2013- en Ghouta Oriental. Allí murieron más de 1.200 civiles.
Los jueces franceses también emitieron autos de detención contra el hermano del presidente sirio Maher al-Assad (jefe actual de una unidad militar de élite siria) y otros dos altos cargos de su régimen (generales de las fuerzas armadas). Se les acusa de -entre otras cosas- complicidad en crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, según informó France24.
El régimen sirio niega las acusaciones
La apertura de la investigación fue el resultado de una denuncia presentada por la asociación de abogados Open Society Justice Initiative (OSJI), la ONG Centro Sirio para los Medios y la Libertad de Expresión (SCM) y el Archivo Sirio (organismo que registra y documenta las violaciones de derechos humanos en ese país).
El presidente del SCM, Mazen Darwish, declaró:
Es un avance enorme (...) Una jurisdicción independiente reconoce que el ataque químico no podría haber ocurrido sin el conocimiento del presidente sirio, que él tiene la responsabilidad y debe rendir cuentas.
El caso contra Assad y sus cómplices fue respaldado por testimonios de ciudadanos que vivieron de primera mano los ataques. También una gran cantidad de activistas difundieron imágenes en redes sociales donde se evidencia la represión y el ataque desproporcionado. Posteriormente, un informe de Naciones Unidas reafirmó que había pruebas claras de utilización de gas sarín contra la población.
Las denuncias debido a los crímenes cometidos por el régimen sirio contra su población también se han llevado a cabo en otros países europeos como Alemania. Sin embargo, a pesar de las acusaciones, el régimen sirio niega las acusaciones.
