La universidad para mujeres Mount Holyoke amenaza con castigar a quienes se burlen de su “política de pronombres”

Fundada en 1837, la Mount Holyoke College, ubicada al oeste de Massachusetts, es una de las universidades para mujeres más antiguas de los Estados Unidos y, según su página web, se enorgullece de serlo. Sin embargo, desde hace más de una década la universidad ha generado polémica por adoptar políticas woke que ponen en duda su estatus como una de las casas de estudio exclusivamente para mujeres más prestigiosas del país.

En particular, el más reciente episodio tiene que ver con su política de pronombres y un controvertido correo electrónico de su rectora donde se insta a los profesores a denunciar a los estudiantes que no cumplan sus reglas woke. 

El pasado 4 de septiembre, una publicación en X (antes Twitter) expuso a la rectora y decana de la facultad de Holyoke, Lisa M. Sullivan, diciendo en un mensaje corporativo que “la expectativa de la universidad es que el personal docente informe cuando se produce un uso incorrecto de los pronombres de género”, especialmente “cuando el uso incorrecto del pronombre de género ha creado un ambiente hostil” o cuando “hay una burla abierta de nuestra política de pronombres o la elección de pronombres de un individuo”.

En el correo, Sullivan también pide a los docentes que comuniquen cuando “un estudiante informa que se le ha aplicado un pronombre de género incorrecto, se le ha dado un nombre falso o ha sido objeto de un uso incorrecto de sus pronombres”.

En su “Política de divulgación e intercambio de pronombres”, aprobada en 2022, la universidad hace una clara proclamación en defensa de los derechos de las personas trans, asegurando que existe un “comprometida en afirmar la autodeterminación y la expresión de todos los miembros de la comunidad del campus”.

La política, que describe a “tú, ella, ellos, su, mi, zir” como ejemplos de pronombres, pide a todos los miembros de la universidad que abracen el intercambio de pronombres como una forma de integración. 

“Se anima a todos los empleados, estudiantes y voluntarios de la universidad a integrar oportunidades de divulgación e intercambio de pronombres en las comunicaciones, documentos y sistemas que utilizan. Además, todas las personas y representantes afiliados a la universidad deben identificar oportunidades para invitar a compartir pronombres personales en interacciones interpersonales”.

A pesar de que esta poléica es reciente, la historia de Mount Holyoke College con las políticas woke no es nada nueva. Una década atrás, en 2014, la casa de estudio se convirtió en la segunda universidad "exclusivamente femenina" en el país en comenzar a aceptar solicitudes de estudiantes transgénero. 

La situación provocó muchas críticas entre los estudiantes en su momento.

Así describió la noticia la PBS hace diez años: 

"Cuando la presidenta de Mount Holyoke, Lynn Pasquerella, hizo el anuncio durante la convocatoria de este año, se le llenaron los ojos de lágrimas. Anunció que la escuela estaba adoptando una nueva política que aceptaba solicitudes de cualquier estudiante calificado que fuera mujer o que se identificara como mujer".

En particular, Pasquerella dijo: “En el pasado, la Solicitud Común hubiera expulsado a cualquiera que marcara la casilla masculina en la solicitud (...) Ahora tenemos una sección en la Solicitud Común que les permite hablar sobre su identidad de género”.

Sin embargo, muchas estudiantes estaban en contra de la política en 2014, cuando aún el movimiento woke en Estados Unidos no se había desarrollado a plenitud y tampoco formaba parte de la conversación nacional.

Emma Bickford fue una de las estudiantes que se opuso a la política: “Para mí, si legalmente sigues siendo un hombre, incluso si te identificas como mujer, no eres una mujer (...) Así que esta es una escuela solo para mujeres y simplemente no creo que debas estar aquí”.

Diez años después, la polémica en torno a las políticas woke continúa en la Mount Holyoke College, cuyo estatus como una facultad "exclusiva" para mujeres cada vez está más puesto en duda.