“En nuestro nombre”: el contundente mensaje de cientos de estudiantes judíos de Columbia a los manifestantes antisemitas
En una carta abierta, los alumnos repudian los incidentes de odio en la institución académica, aseguran sentirse orgullosos de ser judíos y sionistas y hacen un llamado a los estudiantes a “reparar las fracturas”.
Cientos de estudiantes judíos de la Universidad de Columbia han publicado una carta abierta dirigida a sus compañeros que han estado participando en las protestas antisemitas en esta institución académica.
En la misiva, los alumnos afirman que si bien agradecen a aquellos que han expresado su apoyo a los estudiantes judíos de la universidad, consideran que es necesario “hablar en nuestro nombre”.
“Muchos de nosotros nos sentamos a su lado en clase. Somos sus compañeros de laboratorio, sus compañeros de estudio, sus pares y sus amigos”, señalan los estudiantes. Y subrayan que “la mayoría de nosotros no elegimos ser activistas políticos. No tocamos tambores ni cantamos consignas pegadizas. Somos estudiantes promedio; simplemente intentamos aprobar los exámenes finales como el resto de ustedes”. Sin embargo, aclaran que la demonización de la que son objeto por parte de los manifestantes antisemitas los ha obligado “a participar en nuestro activismo y a defender públicamente nuestras identidades judías”.
Los estudiantes también responden a aquellos que intentan quitarse culpas al diferenciar el antisemitismo del antisionismo. “Creemos con orgullo en el derecho del pueblo judío a la autodeterminación en nuestra patria histórica como principio fundamental de nuestra identidad judía. Al contrario de lo que muchos han tratado de venderles, no, el judaísmo no puede separarse de Israel. El sionismo es, en pocas palabras, la manifestación de esa creencia”, expresan en el escrito.
“Nuestros textos religiosos están repletos de referencias a Israel, Sión y Jerusalén”, prosiguen los estudiantes. “La Tierra de Israel está llena de restos arqueológicos de una presencia judía que abarca siglos. Sin embargo, a pesar de haber vivido generaciones en el exilio y la diáspora en todo el mundo, el pueblo judío nunca dejó de soñar con regresar a nuestra patria: Judea, el mismo lugar del que deriva nuestro nombre: judíos”, sostienen. Y subrayan que de hecho, hace pocos días, todos finalizaron su cena de la festividad de Pésaj expresando “El próximo año en Jerusalén”.
“Muchos de nosotros no somos practicantes de la religión, pero el sionismo sigue siendo un pilar de nuestras identidades judías. Nos han expulsado de Rusia, Libia, Etiopía, Yemen, Afganistán, Polonia, Egipto, Argelia, Alemania, Irán y la lista continúa. Nos conectamos con Israel no sólo como nuestra patria ancestral sino como el único lugar en el mundo moderno donde los judíos pueden tomar posesión de su propio destino de manera segura”, manifiestan los estudiantes. Y resaltan que las recientes experiencias en Columbia “son un conmovedor recordatorio de precisamente eso”, es decir, de la necesidad de la existencia del Estado de Israel.
Los estudiantes también comparan el antisemitismo expresado por la insólita alianza entre islamistas y progresistas en la universidad con el nazismo. “Crecimos con historias de nuestros abuelos sobre campos de concentración, cámaras de gas y limpieza étnica. La esencia del antisemitismo de Hitler era el hecho mismo de que no éramos lo suficientemente europeos, que como judíos éramos una amenaza para la raza aria superior. Esta ideología finalmente dejó a seis millones de nosotros en cenizas”, sostienen. Y añaden: “La malvada ironía del antisemitismo actual es una retorcida reversión de nuestro legado del Holocausto. Los manifestantes en el campus nos han deshumanizado, imponiéndonos la caracterización del ‘colonizador blanco’. Nos han dicho que somos ‘los opresores de todas las personas de color’ y que el ‘Holocausto no fue especial’. Los estudiantes de Columbia han coreado ‘no queremos ningún sionista aquí, junto con ‘muerte al Estado sionista’ y ‘regresen a Polonia’, donde nuestros familiares yacen en fosas comunes”.
“Esta enfermiza distorsión ilumina la naturaleza del antisemitismo”, expresan, señalando que el pueblo judío ha sido usado y sigue siendo usado como un chivo expiatorio; como el responsable del mal social de una determinada época. Y brindan algunos ejemplos de las persecuciones que sufrieron los judíos a lo largo de la historia, resaltando las irracionales, contradictorias e incongruentes acusaciones contra los judíos. “En Irán y en el mundo árabe fuimos sometidos a una limpieza étnica por nuestros presuntos vínculos con la entidad sionista. En Rusia sufrimos violencia patrocinada por el Estado y finalmente fuimos masacrados por ser capitalistas. En Europa fuimos víctimas de genocidio porque éramos comunistas y no lo suficientemente europeos”. Y destacan que hoy en día “nos enfrentamos a la acusación de ser demasiado europeos (...) colonizadores y opresores”, afirman. Nos atacan por nuestra creencia de que Israel, nuestra patria ancestral y religiosa, tiene derecho a existir. Somos el objetivo de quienes hacen un mal uso de la palabra sionista como un insulto (...) para referirse a los judíos”, utilizando el término como un sinónimo de racista, opresor o genocida. “Sabemos muy bien que el antisemitismo está cambiando de forma”, aseveran en la carta.
Los estudiantes también indican que están “orgullosos de Israel” por ser “la única democracia en Medio Oriente” y por la diversidad, el pluralismo y la libertad en la que pueden vivir millones personas de diferentes orígenes, culturas y credos. “Es el hogar de millones de judíos mizrajíes (con ascendencia de Medio Oriente), judíos asquenazíes (con ascendencia de Europa central y oriental) y judíos etíopes, así como de millones de árabes israelíes, más de un millón de musulmanes y cientos de miles de cristianos y drusos. Israel es nada menos que un milagro para el pueblo judío y para Medio Oriente en general”, resaltan los estudiantes.
En la carta, los alumnos aclaran que el hecho de estar orgullosos del Estado judío no implica estar de acuerdo con todas las políticas de las autoridades del país. “Para muchos de nosotros, es nuestro profundo amor y compromiso con Israel lo que nos empuja a objetar cuando su Gobierno actúa de maneras que consideramos problemáticas. El desacuerdo político israelí es una actividad inherentemente sionista”. Y agregan: “Todos venimos de un lugar de amor y aspiración para un futuro mejor para israelíes y palestinos por igual”.
Los estudiantes señalan que los ruidosos manifestantes no comprenden el significado del sionismo ni la esencia del pueblo judío. Y añaden que a pesar de haber estado denunciando el antisemitismo del que eran objeto durante meses, sus preocupaciones “han sido ignoradas e invalidadas”, por lo que enumeran algunas de las advertencias que han estado realizando mientras las autoridades miraban para otro lado.
Los estudiantes recuerdan las protestas que se llevaron a cabo contra Israel días después de la masacre de 7 de octubre, cuando los cadáveres de “nuestros amigos y familiares aún estaban calientes”; al manifestante que levantó un cartel que rezaba que los estudiantes judíos eran los próximos objetivos de Hamás; a un importante activista que dijo publicamente que “los sionistas no merecen vivir”; a los estudiantes y profesores bloqueando el ingreso al campus de alumnos judíos; entre otras situaciones similares.
A pesar de todo, los estudiantes aseguran que nunca dejarán de defenderse. “Estamos orgullosos de ser judíos y estamos orgullosos de ser sionistas”, manifiestan. Y concluyen la carta con un llamado a los manifestantes a cambiar su actitud para mejorar la situación en la institución: “Vinimos a Columbia porque queríamos expandir nuestras mentes y entablar conversaciones complejas. Si bien el campus puede estar plagado de retórica de odio (...) nunca es demasiado tarde para comenzar a reparar las fracturas y comenzar a desarrollar relaciones significativas (...) Nuestra tradición nos dice: ‘Ama la paz y busca la paz’. Esperamos que se unan a nosotros para buscar seriamente la paz, la verdad y la empatía. Juntos podemos reparar nuestro campus”.