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Altos funcionarios de la Administración Trump suavizan la propuesta del presidente sobre apropiarse la Franja de Gaza: “No quiere enviar tropas”

Las palabras de Trump provocaron un terremoto geopolítico, con Israel apoyando inequívocamente la propuesta y tres países árabes rechazándola. 

Karoline Leavitt muestra imágenes de Gaza en la rueda de prensa diaria

Karoline Leavitt muestra imágenes de Gaza en la rueda de prensa diariaAFP / Andrew Caballero-Reynolds

Emmanuel Alejandro Rondón

Un día después de que el presidente Donald Trump soltara una bomba geopolítica sobre apropiarse de la Franja de Gaza para “reconstruirla” y volverla habitable, proponiendo una migración masiva de ciudadanos gazetíes hacia territorios cercanos como Egipto o Jordania, los propios altos funcionarios de la Administración Trump suavizaron las palabras del mandatario estadounidense.

El secretario de Estado Marco Rubio fue el funcionario más importante del Gobierno federal que interpretó públicamente la propuesta de Trump, quien durante la conferencia de prensa con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu fue bastante claro: EEUU debe tomar Gaza en un proyecto a “largo plazo” para que se convierta en un lugar donde pueda vivir no solamente "un grupo específico de personas, sino todos”.

"Lo único que el presidente Trump ha hecho —muy generosamente, en mi opinión— es ofrecer la disposición de Estados Unidos para intervenir, despejar los escombros, limpiar el lugar de toda la destrucción”, incluidas las bombas sin explotar, "para que luego la gente pueda volver a mudarse," dijo Rubio, quien está realizando su primera gira internacional por Centroamérica.

A Rubio se le sumó Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, quien afirmó que Trump no planea, a menos de momento, enviar tropas estadounidenses a Gaza.

"El presidente no se ha comprometido a enviar tropas a Gaza", dijo Leavitt, quien, como casi todos los republicanos desde el martes, no comentó cómo Estados Unidos podría apropiarse de Gaza sin enviar soldados.

En cambio, Leavitt dijo que el presidente Trump se reuniría con otros líderes de la región para discutir los próximos pasos sobre la Franja de Gaza.

Por el momento tres países árabes, Jordania, Egipto y Arabia Saudita (un aliado clave de EEUU en la región), han rechazado públicamente la propuesta de Trump, citando las “violaciones” de las leyes internacionales que supondría un eventual “desplazamiento del pueblo palestino” del enclave. Estos países también se han posicionado a favor de la “solución de dos Estados”, una propuesta que se ha vuelto cada vez más inviable y compleja.

Sin embargo, Trump afirmó el martes que algunos líderes de Medio Oriente “aman” la idea de que EEUU reconstruya Gaza

En EEUU, hay posturas encontradas, sobre todo en el Partido Republicano. Mientras algunos senadores republicanos han dicho públicamente que las palabras del presidente parecen una estrategia de negociación para encontrar una solución que garantice la paz en la convulsa región y además satisfaga a Israel, el principal aliado de Washington, otros rechazaron la idea porque no pone a Estados Unidos en primer lugar y provocaría un enorme gasto de recursos.

De hecho, Steve Witkoff, el enviado especial del presidente para Oriente Medio, tuvo un almuerzo a puertas cerradas en el Capitolio con senadores republicanos y allí aclaró que Trump "no quiere poner tropas estadounidenses en el terreno, y no quiere gastar ni un solo dólar estadounidense" en Gaza, según afirmó el senador Josh Hawley, de Missouri, uno de los legisladores que se opuso el martes a la propuesta del mandatario.

Quien sí apoyó el inesperado plan de Trump fue el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que afirmó que la propuesta “sorprendió” a todo el mundo, pero también fue “muy aplaudida”. 

Una propuesta que vino de Trump, sin consultas previas

Según un reporte del New York Times, la propuesta del presidente Trump de tomarse la Franja de Gaza no había sido puesta en la mesa de los principales asesores en política exterior o el Pentágono; una situación que sin dudas tomó por sorpresa incluso a los más altos funcionarios de la Casa Blanca, al Partido Republicano y a todo el país.

“Aunque su anuncio parecía formal y bien pensado —leyó el plan de una hoja de papel— su Administración no había hecho ni la más básica planificación para examinar la viabilidad de la idea”, reportó el NYT, citando a cuatro fuentes que sí sabían de las discusiones sobre qué hacer sobre Gaza.

Con el anuncio, Trump logró que su idea formara parte de una discusión pública que no se había tenido antes, generando reacciones de Estados árabes, incluyendo aliados, y del grupo terrorista Hamás, que tachó la idea de “ridícula”. No está claro, aún, si Trump conversó con los aliados israelíes sobre la idea antes de recibir al primer ministro Netanyahu, quien recibió con agrado el plan.

El martes, el asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, hizo una aparición en 'CBS Mornings' para hablar la idea de Gaza. Durante la entrevista, quedó claro algo: el plan de Trump aún es más una idea que una ruta a seguir clara.

“El hecho de que nadie tenga una solución realista, y él ponga algunas ideas muy audaces y frescas sobre la mesa, no creo que deba ser criticado de ninguna manera”, dijo Waltz. “Creo que va a hacer que toda la región busque sus propias soluciones si no les gusta la solución del Sr. Trump”.
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