Los demócratas en serios apuros: la demografía favorece claramente a los estados republicanos en la reasignación de escaños para 2030
Las estimaciones indican que para la próxima década los estados rojos podrían tener hasta 12 distritos más en detrimento de los territorios azules.
La trifecta lograda por el Partido Republicano de la mano del presidente electo Donald Trump ha sido un golpe de KO para el Partido Demócrata, que ha perdido no solo la Casa Blanca y el control del Senado, sino también el voto popular y varios condados históricamente azules a lo largo del país. No obstante, organizarse como oposición y reestructurarse para las midterms en dos años no es el único problema a mediano plazo que tiene el partido, pues a largo plazo, para 2030, se avizora un cataclismo político de difícil solución para los demócratas: la demografía.
Una vez cada década, la Constitución exige un proceso conocido como “redistribución”, que es la reasignación de escaños en el Congreso entre los estados, basándose en los resultados del último censo. Esta situación, por supuesto, afecta directamente al colegio electoral y a la distribución de asientos de la Cámara de Representantes.
Los demócratas ya pueden preocuparse por este proceso, pues, de acuerdo con estimaciones de la Oficina del Censo publicadas en mayo de 2024, entre julio de 2022 y julio de 2023 varios estados de tendencia azul perdieron población a cantaros mientras los territorios más rojos empezaron a recibir migración interna. En consecuencia, las tendencias arrojan que, para 2030, el colegio electoral y los escaños del Congreso podrían favorecer a los republicanos, que verían como diversos estados rojos ganarían distritos en detrimentos de los territorios más azules de la unión.
Los números que preocupan a los demócratas
Se trata de una situación realmente compleja para los demócratas porque, para disminuir el impacto de esta casi segura colisión, estados grandes como California o Nueva York deberían frenar en poco tiempo la crisis de emigración que vienen padeciendo desde hace varios años.
El problema es que estos estados tienen problemas estructurales de fondo severos, como la crisis de indigencia que padecen, los altos índices de criminalidad, los impuestos estatales elevados y, en general, el decaimiento de la calidad de vida y el alto costo de esta. Por eso es cada vez más común que los californianos y neoyorquinos busquen nuevas oportunidades en estados como Texas o Florida.
De hecho, los datos son contundentes: entre julio de 2022 y julio de 2023, Texas ganó 473.453 nuevos residentes (+1.6%) mientras que Florida subió 365.205 (+1.6%). Ambos estados son los principales bastiones conservadores del país en la actualidad, sobre todo tras el triunfo masivo de Trump antes la vicepresidente Kamala Harris.
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En cambio, Nueva York y California, los dos bastiones progresistas de la unión, siguen perdiendo residentes (aunque, una buena noticia para los demócratas es que lo hacen con mayor lentitud).
Las estimaciones para 2021 indicaron que California perdió unos 358.140 residentes (0,9% de la población del Estado), en 2022 la caída fue de 104.444 residentes (-0.3%) y en 2023 de 75.423 (-0.2%).
Nueva York tuvo una situación similar: el Empire State perdió un 1.2% de su población de julio de 2020 a julio de 2021, un 0.9% de julio de 2021 a julio de 2022 y un 0.5% de julio de 2022 a julio de 2023.
En total, el estado ha perdido un neto de 533.494 residentes en tres años, eso significa que, con un -2.1%, el descenso de población de Nueva York es el principal de toda la unión.
Pero no solamente los estados azules más grandes de la unión están perdiendo población. Por ejemplo, Illinois, otro bastión demócrata que otorga 19 colegios electorales, perdió 207.842 residentes en 2022 (-0.8%) y otros 32.826 en 2023 (-0.3%).
Asimismo, según una estimación elaborada por The American Redistricting Project, el estancamiento demográfico de Oregón está poniendo en peligro el OR-06.
“Oregón es uno de los únicos 14 estados que han perdido población desde 2020 y OR-06 ocupa ahora el escaño 452 en el prorrateo. El Estado del Castor necesitará un giro significativo en su trayectoria para evitar perder OR-06 en 2030”, se lee en el informe de la organización.
Muy al contrario, la mayoría de los estados que ganaron residentes entre julio de 2022 y julio de 2023 son casi todos de tendencia republicana. Por ejemplo, Carolina del Norte ganó 139.526 residentes (+1.3%), Georgia, un estado pendular, tuvo un margen de crecimiento de 1.1%, con 116.077 nuevos residentes.
Carolina del Sur ganó 90.600 residentes, un aumento del 1.7%; Idaho ganó 25.730 residentes, lo que representa un +1.3%; Tennessee vio cómo llegaron 77.513 residentes nuevos, lo que significa un crecimiento del 1.1%; Utah ganó 36.498 residentes, un 1.1% de ganancia; y Dakota del Sur tuvo 9.449 nuevos residentes, +1.0%.
El estado azul con mejores márgenes de crecimiento fue Delaware, con un 1.2% de crecimiento gracias a los 12.431 residentes que arribaron al estado.
Si esta tendencia continúa, los estados de tendencia republicana tendrían 12 escaños y colegios electorales más: Texas (+4), Florida (+3), Carolina del Norte (+1), Carolina del Sur (+1), Tennessee (+1), Utah (1+), Idaho (+1).
Dos estados indecisos, Georgia y Arizona, también ganarían un voto electoral cada uno. Michigan y Pensilvania, también swing states, perderían a su vez uno cada uno.
Los estados de tendencia demócrata más grandes también perderían varios colegios: California (-4), Nueva York (-3) e Illinois (-2).
Rhode Island, Minnesota y Oregón perderían uno cada uno.
Esto significaría una caída de doce escaños y colegios electorales para los demócratas en un periodo no tan lejano, seis años, si esta tendencia marcada continúa.
Por supuesto, todo podría cambiar en el resto de la década.