Una columnista del NYT reconoce que Biden sufrió un "golpe de Estado" por parte del liderazgo Demócrata

Joe Biden anunció que el pasado 21 de julio que no buscaría un segundo mandato, convirtiéndose así en el primer presidente en hacerlo desde Lyndon Johnson en 1968. Semanas después, reveló que varios de sus colegas demócratas se le acercaron preocupados porque su candidatura podría afectar a otros demócratas a lo largo y ancho del país, lo que finalmente lo llevó a tomar la decisión. Sin embargo, para la Maureen Dowd, columnista política de The New York Times, lo que le ocurrió a Biden fue un "golpe de Estado". 

Dowd fue aún más allá que Anita Dunn, una de las principales asesoras del presidente durante su mandato, quien recientemente argumentó que la prensa y los demócratas fueron los responsables del desenlace de la candidatura de Biden. 

A pesar de que los líderes más influyentes del Partido Demócrata negaran que estuvieran involucrados en una suerte de campaña de presión contra Biden, la columnista tiene otra mirada sobre lo sucedido. Sin ir más lejos, título su columna de la siguiente manera: "Los demócratas están encantados. Pero un golpe de Estado sigue siendo un golpe de Estado". 

"Una camarilla de demócratas poderosos maniobró tras bastidores para sacar de la carrera a un presidente en ejercicio"

"En algún momento, cuando las encuestas se derrumbaron, los mandarines demócratas decidieron poner el bienestar del partido -y del país- por delante del ego del presidente, y dejar de atender a su fantasía egoísta de que él era el único que podía vencer a Donald Trump", escribió. 

A la hora de ponerle un nombre a la situación, a la columnista no le tembló el pulso al escribir que se trató de "una camarilla de demócratas poderosos maniobró tras bastidores para sacar de la carrera a un presidente en ejercicio". 

Incluso dio el nombre y apellido de Nancy Pelosi, quien, según reportes, no habló con Biden desde el 21 de julio. "Una de las estrategas más despiadadas y exitosas de la historia del Congreso parecía avergonzada por haber acuchillado a su colega, y dudaba sobre si atribuirse el mérito", sumó Dowd. 

En cuanto a la reacción de Biden, el presidente todavía mantiene la compostura en público, pero ni él ni su familia se dejaron encandilar por los elogios de los líderes demócratas hacia su persona, los cuales Dowd argumenta que son para encubrir el golpe de Estado interno.

A pesar de lo curioso y llamativo del caso, único en la historia política de los Estados Unidos, la columnista del NYT cree que el fin justificó los medios. "Quienes expulsaron a Biden deberían estar orgullosos. Lo salvaron a él y a su partido de una derrota probablemente aplastante, permitiendo que Trump volviera a entrar y ensuciara la democracia", sentenció.