China despliega nuevas armas y tácticas en su escalada militar sobre Taiwán

En los últimos meses, China ha aumentado significativamente sus preparativos militares en relación con Taiwán, mostrando un crecimiento en su capacidad de despliegue y operación de nuevas tecnologías bélicas. Según informes publicados en The Wall Street Journal y The Guardian, el Ejército chino está desarrollando equipamiento especializado para una posible ofensiva anfibia sobre la isla.

Uno de los elementos más llamativos de estos preparativos es la incorporación de grandes embarcaciones tipo barcaza de desembarco, diseñadas para transportar tanques y vehículos blindados a través del agua hasta suelo firme. Fotografías de estas imponentes naves han circulado en redes sociales, y algunos analistas militares sostienen que su construcción es parte de un plan estratégico para fortalecer la capacidad de invasión de China.

Según expertos en seguridad citados por The Guardian, estas embarcaciones podrían fabricarse en un lapso de cuatro a seis meses, permitiendo su despliegue rápido en una situación de conflicto. Además, China ha intensificado sus ejercicios militares en la región, llevando a cabo simulaciones de bloqueos marítimos y ataques aéreos. En octubre pasado, un número récord de 125 aeronaves, entre cazas, helicópteros y drones, participó en maniobras que replicaban una eventual ofensiva contra Taiwán, según el Ministerio de Defensa de la isla.

El crecimiento del poder naval chino

El desarrollo de la fuerza naval de China ha sido otro punto clave en su estrategia. Se estima que actualmente cuenta con más de 370 embarcaciones militares y que esta cifra podría superar las 425 para 2030, lo que significaría un tercio más de lo que posee Estados Unidos. 

El Gobierno chino ha invertido en la modernización de su flota, que ya cuenta con tres portaviones y cerca de 60 submarinos, incluidos seis con capacidad de lanzar misiles balísticos, según informó The Wall Street Journal.

Además, informes del Pentágono indican que una parte significativa de estos submarinos está asignada a operaciones específicas en la región del estrecho de Taiwán, lo que refuerza la hipótesis de un posible enfrentamiento.

Guerra cibernética y sabotaje de infraestructuras

China también ha diversificado sus tácticas, incorporando estrategias de guerra cibernética y sabotaje a infraestructuras clave. Informes recientes de medios estatales chinos han indicado que embarcaciones comerciales Pekín han sido vistas practicando la interrupción de cables submarinos de fibra óptica, que son fundamentales para la conectividad de Taiwán con el resto del mundo. 

De hecho, The Guardian reportó el desarrollo de un dispositivo submarino especializado en el corte de estos cables a profundidades de hasta 4.000 metros, lo que podría afectar gravemente las comunicaciones y economía de la isla en caso de un conflicto.

Un bloqueo económico como estrategia previa

Algunos analistas consideran que antes de cualquier acción militar directa, China podría optar por un bloqueo económico contra Taiwán. La isla depende de importaciones para el 96% de su energía y aproximadamente el 70% de su suministro de alimentos, lo que la hace vulnerable ante una posible interrupción del comercio.

Si China impusiera restricciones a las embarcaciones que comercian con Taiwán, podría generar una crisis sin necesidad de recurrir a un ataque directo. Esta posibilidad ha sido mencionada en informes del Congreso de Estados Unidos, que advierten sobre el impacto de una medida de este tipo en la estabilidad de la región.

El creciente despliegue militar chino ha puesto en alerta a la comunidad internacional, mientras Taiwán y sus aliados evalúan las implicancias de estas maniobras en un contexto de tensiones que no dejan de aumentar.