Rusia celebra la suspensión de la ayuda militar a Ucrania y Kiev insiste: "Nadie quiere una guerra interminable"

"Probablemente sea la mejor contribución a la paz". Así valoró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la decisión de la Administración Trump de cancelar toda ayuda militar a Ucrania.

"Queda ver los detalles, pero si es cierto, es una solución que realmente puede empujar al régimen de Kiev a un proceso de paz", aseguró Peskov durante una conferencia de prensa apenas se conocían los primeros datos de la suspensión temporal. 

"Tenemos que ver cómo evolucionará la situación en el terreno", sostuvo el vocero ruso y añadió que "el volumen principal" de la ayuda bélica para las fuerzas ucranianas llegó desde Estados Unidos.

Peskov se refirió también al acercamiento entre Washington y Moscú, asegurando que para que siga su curso debían eliminarse las sanciones económicas: "Si hablamos de normalización de las relaciones bilaterales, estas deben quedar libres del lastre negativo de las sanciones". 

Hace tan solo días Rusia anunció un nuevo embajador en Estados Unidos, posición que había estado vacante durante un año. Delegaciones de ambos países se reunieron en dos ocasiones y prometieron volver a hacerlo al menos una tercera, e incluso se dialogó sobre una posible reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin.

Días antes, el Kremlin también aseguró que los cambios en la política exterior de Washington se alineaban con la agenda del Gobierno de Vladimir Putin, por lo que celebró el rumbo que tomó la Administración Trump en sus dos primeros meses. 

Zelenski, dispuesto a "trabajar bajo el firme liderazgo del presidente Trump"

Kiev aseguró el martes que estaba "decidida" a continuar su cooperación con la Casa Blanca para obtener garantías de seguridad que sellen un acuerdo de paz, pese a la decisión de Trump de cancelar la ayuda militar. 

El encargado de adelantar la postura ucraniana fue el primer ministro del país, Denis Shmigal, quien también aseveró en una conferencia de prensa que estaban dispuestos a "comenzar a trabajar en cualquier momento" en la firma del acuerdo de minerales que desea Estados Unidos. 

Horas más tarde, el propio Zelenski respaldó las palabras de Shmigal, asegurando que se encontraba dispuesto a "acudir a la mesa de negociación lo antes posible". "Nadie quiere la paz más que los ucranianos", aseguró. "Mi equipo y yo estamos dispuestos a trabajar bajo el firme liderazgo del presidente Trump para conseguir una paz duradera".

Sobre su tensa reunión con Trump, el líder ucraniano dijo que "no salió como se esperaba". Tras lamentar lo sucedido y agradecer el apoyo recibido por Estados Unidos y el republicano, afirmó que estaba dispuesto a rubricar el acuerdo de minerales "en cualquier momento y en cualquier formato conveniente". Pacto cuya firma se vio interrumpida por los desacuerdos durante aquella cumbre, sobre todo cómo deberían ser las garantías de seguridad. 

"Consideramos este acuerdo como un paso hacia una mayor seguridad y unas garantías de seguridad sólidas, y espero sinceramente que funcione eficazmente", dijo el mandatario, replicando un argumento de Trump a favor del pacto económico entre Estados Unidos y Ucrania.

Zelenski también sugirió cuáles podrían ser las primeras etapas de una tregua: la liberación de prisioneros de guerra y el cese de hostilidades en los cielos, "prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombardeos sobre infraestructuras energéticas y otras infraestructuras civiles". Después, si Rusia hace lo propio, podría seguir la paz en el mar. "Luego queremos avanzar muy rápido en todas las etapas siguientes y trabajar con EEUU para acordar un acuerdo final sólido".