El fracaso de las ciudades santuario: NY anuncia que no puede acoger más inmigrantes y les da 60 días para buscar alojamiento

Eric Adams endurece su política migratoria acuciado porque los refugios de la ciudad están por encima de su capacidad y las arcas de la ciudad, exhaustas.

La realidad ha constatado el fracaso de las ciudades santuario frente a la inmigración. Nueva York, una urbe que presumía de "acoger con los brazos abiertos" a quienes llegaran en busca de un futuro mejor ha llegado a su límite. El alcalde, Eric Adams, anunció que los refugios de la Gran Manzana están llenos y las arcas, exhaustas, por lo que cambiará la política migratoria para poder asumir los 58.000 ilegales que se encuentran bajo el cuidado del Ayuntamiento. Adams anunció que los solicitantes de asilo tendrán 60 días para encontrar alojamiento permanente por su cuenta, además de advertir a quienes piensen acceder a la ciudad de las dificultades que encontrarán, como los altos precios de alojamiento y comida.

"Nueva York ha respondido sola a esta crisis"

Adams volvió a reclamar la ayuda del estado y, especialmente, de la Administración federal para poder afrontar la carga que la ciudad está asumiendo con la inmigración. Según los cálculos del alcalde, desde la pasada primavera han llegado a la ciudad más de 90.000 solicitantes de asilo, de los que 58.000 siguen hoy a cargo de la ciudad. Los refugios de la ciudad ya están por encima de su capacidad, a pesar de que se habilitaron centros escolares y otras dependencias municipales para acogerlos. También se han enviado autobuses llenos de ilegales hacia condados cercanos -especialmente hacia los regidos por republicanos- y Canadá.

La ciudad de Nueva York ha hecho más que cualquier otro nivel de gobierno para hacer frente a esta crisis nacional, proporcionando refugio, alimentos, servicios y mucho más a más de 90.000 solicitantes de asilo desde la primavera pasada. Con más de 54.800 solicitantes de asilo todavía bajo nuestro cuidado, este esfuerzo intensificará los servicios de atención a los solicitantes de asilo adultos durante los próximos dos meses para ayudarles a dar el siguiente paso en su viaje y garantizar que tenemos una cama para alojar a los niños y las familias por la noche. Durante más de un año, la ciudad de Nueva York ha respondido sola a esta crisis: necesitamos que nuestros socios estatales y federales den un paso adelante.

Cambios en la política de brazos abiertos: el principal, que deja de ser de brazos abiertos

En una rueda de prensa, Adams anunció cambios en su política de brazos de abiertos. El principal, que deja de ser de brazos abiertos. El primer paso es advertir de que la ciudad ya no puede acoger más inmigrantes, y ya "no hay garantía de que nosotros podamos proveerle albergue y servicios a los recién llegados", por lo que rogó a quienes se estén planteando tratar de iniciar una nueva vida en la Gran Manzana que reconsideren su decisión y elijan otros destinos. Para convencerlos, enumeró las dificultades que tendrán que afrontar: "la vivienda en la ciudad de Nueva York es muy cara; Los costos de los alimentos, transporte y de otras necesidades son los más altos en todo EEUU".

Los primeros afectados por las nuevas medidas serán los ilegales que lleven más tiempo bajo el paraguas de la ciudad. Éstos recibirán un aviso de que tienen 60 días "para que encuentren un alojamiento alternativo". No obstante, durante este periodo cada solicitante de asilo "tendrá múltiples contactos con trabajadores sociales durante los 60 días para discutir sus opciones y planificar los siguientes pasos".  Según la instrucciones facilitadas por el Ayuntamiento, quienes "no encuentren un alojamiento alternativo una vez transcurridos los 60 días deberán volver a solicitar una nueva colocación en el centro de llegada".

Adams también destacó que, "dado que el número de familias con niños a cargo de la ciudad sigue aumentando, esta política también creará un espacio muy necesario para todas las familias con niños que necesiten alojamiento".