'Bye, Bye, Bidenomics': el Partido Demócrata, dividido por la impopularidad de la gestión económica del presidente

Cada vez más miembros de la formación gobernante abandonan el uso del término 'Bidenomía' para ganar el debate sobre la economía de cara a las presidenciales.

"No se puede mirar esta economía y decir que está en mal estado", aseguró este fin de semana James Carville, estratega responsable de la campaña que llevó a Bill Clinton a la presidencia en 1992. La mayoría de los estadounidenses no está de acuerdo: el 70% cree que las políticas aplicadas por la Administración han "dañado" la economía, de acuerdo con una encuesta del Financial Times.

A pesar de admitir el daño causado por el alza del coste de vida, Carville, promotor de la histórica frase "es la economía, estúpido", no encontró salida a la pregunta de Bill Maher en Real Time with Bill Maher: ¿cómo convencer a los votantes de que la economía va bien?

Los demócratas de la Cámara de Representantes sí parecen haber alcanzado una respuesta, que en palabras de Carville podría formularse: es la Bidenomía, estúpido. De acuerdo con un alto cargo de la formación, en conversación con Axios, los representantes decidieron dejar de usar el término Bidenomía durante una reunión el verano pasado. En cambio, comenzaron a emplear "People Over Politics" ("la gente antes que la política"), un eslogan que la Comisión de Política Demócrata y Comunicación de la Cámara de Representantes explica así:

El pueblo estadounidense necesita un Gobierno que proteja a las familias trabajadoras, no a las grandes corporaciones. Los demócratas se enfrentan a los intereses especiales y trabajan para el pueblo, centrados alcanzar costes más bajos, empleos mejor pagados y comunidades más seguras.

También de acuerdo con Axios, dos organizaciones clave para la recaudación de fondos del partido han tomado la misma decisión. El Democratic Congressional Campaign Committee y el House Majority PAC dejaron de usarlo en redes sociales y comunicados de prensa.

La Administración comenzó a promover la palabra en junio -"la palabra del día, de la semana, del mes y del año en la Casa Blanca", según dijo entonces la secretaria de prensa adjunta Olivia Dalton-. Aunque todavía puede verse en cartelería y publicaciones, el propio Joe Biden parece estar borrándola de su diccionario. Si desde junio hasta el primero de noviembre la nombró 101 veces en sus discursos, de entonces a ahora no la ha pronunciado ni una vez. Así lo revela una investigación de NBC News sobre sus discursos del mes pasado, y una revisión de sus primeros discursos de diciembre demuestra que la palabra ha seguido siendo tabú.

El 'problema' de las encuestas

El 35% de los estadounidenses cree estar en peor condiciones económicas que el año pasado. Así lo reveló el estudio anual de economía doméstica de la Reserva Federal (Fed), en lo que fue el peor resultado desde que se realiza el relevo. Comparado con dos años atrás, el 43% de los americanos sostuvo que su situación financiera se deterioró cuando fueron consultados por ABC News y el Washington Post.

El último informe de Harvard Caps/Harris revela que el 58% de los americanos piensa que la economía de Estados Unidos es "débil". Las perspectivas a futuro tampoco son mejores: el mismo porcentaje de americanos creen que la economía va por un "mal camino", mientras que sólo el 35% sostiene lo contrario.

También es uno de los temas que más preocupa a los votantes. Por ejemplo, en la misma encuesta, figura dos veces en el podio de los problemas más graves que enfrenta el país: el primer lugar como "aumento de precios/inflación" (para el 30% de los encuestados) y el tercero como "economía y empleos" (24%) -entre ambos se ubica la inmigración (25%)-.

Este pesimismo económico castiga a Biden en las encuestas sobre las elecciones generales de 2024. Fue, junto con la migración, la principal causa de que Donald Trump superara por nueve puntos al demócrata en un trabajo del Washington Post con ABC.

Si la economía hunde al actual mandatario, eleva al candidato que previsiblemente se hará con la nominación del GOP: el 59% de los votantes dijo al New York Times y al Siena College que confían en que Trump realizaría una mejor gestión económica, independientemente de a quién votarán. Esto se traslada también a los partidos: el 49% confía más en la gestión económica del Partido Republicano, mientras el 28% en el demócrata, según NBC News.

La contradicción demócrata

Un exasesor de Barack Obama, David Axelrod, pareció encontrar una solución a la contradicción en el pensamiento predominante dentro de las filas demócratas: la economía va bien, pero los americanos no lo entienden. "La gente está viendo la economía a través del prisma de los precios y los tipos de interés hipotecarios y hay un malestar post-pandémico por todo", aseguró al Washington Post. Recomendó, también, descartar Bidenomía:

Publicitar la economía con tu apellido parece una mala estrategia en estos momentos. 

La explicación de los investigadores Peter St Onge y EJ Antoni es más simple: "Los hechos son obstinados". En un artículo compartido por The Heritage Foundation, citaron como ejemplo la subida de precios, que le ganaron a los salarios, el incremento de las cuotas hipotecarias, así como la dificultad de comprar o alquilar viviendas. En resumen:

La gente está sintiendo el dolor de la 'Bidenomía', de que el Gobierno gaste, pida prestado e imprima demasiado dinero.